Esta vez no hubo que recurrir a profetas, bolas de cristal, ni lanzar caracoles sobre la estera, para conocer con antelación que los bravos Leñadores de Las Tunas alzarían por segunda vez el trofeo de campeones de la Serie Nacional de Beisbol.
La llamada “pesadilla oriental” atormentó a sus rivales durante toda la temporada y esta noche, en el mismísimo Coloso del Cerro, reunió toda la leña cortada durante más de cuatro meses de torneo, para hacer una hoguera gigante y celebrar su triunfo 6-1 ante los Leones de Industriales.
Poco pudieron hacer los capitalinos ante el empuje de una tropa casi invencible que salió airosa en 12 de los 14 partidos jugados en esta postemporada, y terminó barriéndolos en una final por primera vez en su vasta historia beisbolera.
El mentor debutante Abeysi Pantoja y su cuerpo de dirección dieron una clase magistral de trabajo en equipo y supieron, con las herramientas disponibles, crear una familia y extraer lo mejor de sus atletas en el campo de juego.
Otra vez el pitcheo respondió y mantuvo silenciosos los maderos de los Leones. Alejandro Meneses lanzó cinco entradas con apenas dos hits permitidos para llevarse la victoria, y el bullpen, clave en el logro de esta corona, terminó de sepultarlos.
Rodolfo Díaz permitió el primer bambinazo de esta final salido de las muñecas del capitán Yasiel Santoya, y pudo sofocar una rebelión en el séptimo episodio, cuando los Industriales tenían las bases llenas sin outs en la pizarra.
Mientras tanto, la artillería pegó un total de 12 indiscutibles para fabricar las carreras necesarias, que no dejaron margen a dudas de su superioridad.
El abridor de los Azules, Remberto Barreto, y su sustituto Rafael Orlando Perdomo, se repartieron a partes iguales las cuatro primeras anotaciones contrarias, mientras que las otras dos fueron a la cuenta de Juan Xavier Peñalver, por un vuelacercas de Yordanys Alarcón con una almohadilla ocupada.
A los campeones tuneros, muchas felicidades. Merecida victoria.
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EL RECONOCIMIENTO TAMBIÉN PARA EL EQUIPO INDUSTRIALES Por Ventura Carballido Pupo. Con una mirada del Conejo Nacional de las Peñas Deportivas, tenemos que reconocer que los jugadores del plantel azul, con algunas pifias, propia del juego, pusieron mucha gallardía y vergüenza deportiva y junto con los estelares Leñadores, le regalaron al pueblo un gran espectáculo, quizás el más emocionante que los amantes de nuestro pasatiempo nacional hayamos vivido. Por lo general el término de vergüenza deportiva se aplica a los momentos de fracaso, cuando un equipo ha perdido la oportunidad de alcanzar la supremacía en una competencia como ha sucedido ahora en la SNB 62 con los batalladores Industriales. Sus atletas muchos de ellos jóvenes sienten profundamente haber quedado fuera de la primera corona y muestran un desfallecimiento en sus vidas como si se les hubiese muerto un ser querido. Las Peñas Deportivas coinciden plenamente con lo expuesto por un integrante del Buró Provincial del Partido en la Habana, que intensamente apoyó al equipo azul, Roilán Rodríguez Barbán ´´hay imágenes que dicen tanto, hay instantes sublimes que quedan atrapados para la #Historia. Se puede hablar de lo que verdaderamente se conoce, por eso quisiera destacar la vergüenza deportiva de estos jóvenes. Qué orgullo se siente. Estar junto a ellos, hablar con ellos, mencionarlos por sus nombres, darle el abrazo sentido, saltar juntos de alegría y llorar si es necesario es el mejor método para llegar al corazón´´ y como colofón: ´´Adelante queridos guerreros. ¡Una vida de Historia y de Gloria los espera! ´´ No queremos llantos guerreros de la Habana, ustedes entre 16 equipo a base de remontada, terminaron en el segundo lugar, eso de por si es un gran premio. Es difícil resumir en el breve espacio de un comentario todo lo que hicieron, pero los resultados hablan por sí solos. Es verdad que se ha generado una rivalidad deportiva que le ha dado un gran sabor a la pelota cubana, ustedes fueron dignos protagonista. EL Consejo nacional de las peñas deportiva, y éste que apostaba por los Leñadores, reconoce al equipo Industriales, como dignos, valerosos, batalladores, y que junto a los asombrosos Leñadores lograron un positivo triunfo del béisbol cubano.
Lo del cerro anoche fue un " LATINOAMERICANAZO"