La derrota sufrida por los Leones de Industriales el pasado miércoles en su propio estadio Latinoamericano ante los Gallos espirituanos, después de la ceremonia de retiro oficial del gran Alexander Malleta, desencantó a muchos fieles que se fueron a casa con las esperanzas al nivel de los tobillos.
Algunos, como siempre ocurre en estos casos, volcaron sus frustraciones sobre atletas y miembros del cuerpo de dirección, como ha venido sucediendo en los últimos 11 años donde el equipo de las letras góticas no ha podido ganar ningún duelo de playoffs.
Sin embargo, los Leones -una vez más- salieron de sus tumbas como zombies vengativos, y apoyados en la pésima defensa rival y en una ofensiva oportuna, lograron par de victorias consecutivas para tomar el mando del playoff y colocarse a solo un triunfo de alcanzar su boleto semifinalista.
Sin dudas esta versión felina, con muchos baches en su nómina y sin un as en la rotación de pitcheo, ha dado muestras que sabe sacar el coraje de sus antepasados y, tal como lo hizo en la etapa clasificatoria, puede arrollar a cualquier contrario con un empuje motivacional y eslabonar cadenas de éxitos.
Mucho ha tenido que ver la actuación del novato Rafael Orlando Perdomo, que aunque no es el único que ha halado el tren azul, ha pellizcado a sus 19 años el orgullo de una tropa que lo ha tomado como un talismán y se ha visto en la obligación, por vergüenza, de levantar la bandera capitalina y arremeter contra sus contrarios.
El joven serpentinero, con un aplomo tremendo y un corazón que no le cabe en el pecho, ha sumado en esta postemporada dos victorias a las ocho que alcanzó en la fase regular para suplir ausencias importantes, y con la fuerza de un Sansón moderno empujar a una escuadra con tanta historia como esta.
A partir de este domingo, Industriales tendrá dos oportunidades para ganarse el pase a la semifinal de esta 62 Serie Nacional y asegurar su estancia en la segunda versión de la Liga Élite, privilegios que solo tendrán los seis equipos mejor ubicados en esta campaña.
Si alguien piensa que la tarea es fácil o que ya a los Gallos se les quebraron las espuelas, está equivocado. Para ganar la batalla en el José Antonio Huelga de Sancti Spíritus se necesita espantar a esos demonios que han atacado a los lanzadores abridores durante el final de la contienda como hizo este viernes Raymond Figueredo, mantener la artillería despierta y produciendo en momentos claves, y continuar herméticos a la defensa.
Es muy difícil que un equipo pueda subir a lo más alto del podio si esto no se logra, y ese es el objetivo de los capitalinos. La reconquista del terreno perdido durante estos años apenas comienza. Nos vemos en el estadio.
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Desplumados los Gallos, Industriales a un paso de la semifinal
Y el tanque pa cuando!!!! Jaja, tanto ruido y pocas nueces, empezando por ti periodista
Saludos, seamos honestos y justos. El juego lo perdió el Director del equipo. Dejen de engañar y hacer " tanto control de daños". José Martí expresó que: "la verdad es para decirla, no para encubrirla". Sean periodistas de estos tiempos.
Toda mi vida he sido fanático de Industriales y confío todos los años en ellos, les vea o no posibilidades reales, estoy seguro que lo único que nos puede llevar de nuevo a élite del beisbol en nuestro país es recobrar la garra peleadora de antaño, el amor a esa camiseta, amén de otras oportunidades que se les den a cada uno independiente de los peloteros. Pa lante nuestros Leones, que de los cobardes nada bueno se ha escrito, siempre lo digo, todos los años. INDUSTRIALES CAMPEÓN
Buenas tardes estamos contentos porque veo equipo al cual seguimos está a un paso de volver a estar en semifinales, pero insatisfechos porque el que no posea un TV o cajita que capte la HD no puede verlo en vivo y poder seguir jugada a jugada el desempeño del equipo con el que sufre y se llena de alegría, haría falta que esto no se vuelva a repetir y que organicen mejor que si se planifica correctamente se puede lograr.
Yo no veo nada extraordinario el que no le gane a un equipo con cuatro errores y que no le batea a un pitcheo de quinta, no es para tanto