El agua se ha vuelto un elemento decisivo en los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2023. Tanta ha sido su influencia en estas lides, que ha provocado atraso de eventos; lesiones; e incluso "decidido" quien reina y quien no, como sucedió en el beisbol, donde el equipo masculino de Cuba debió conformarse con el segundo puesto, sin jugarse el partido por el oro.
Y este martes no podía ser la excepción. Su presencia fue un verdadero dolor de cabezas para las pruebas de atletismo, que debieron de suspenderse en varias oportunidades. Hecho que influye en los resultados de los atletas, que una y otra vez deben de calentar, enfrentar el clima adverso, se tensionan por las demoras.
En ese ambiente se desarrolló la prueba de salto largo masculino. Maikel Massó, la principal carta de Cuba en esa especialidad salió a saltar bajo una persistente llovizna. Tomó carrera, pisó en la tabla... cayó sentado... gesto de dolor... pierna en una posición "incomoda". Adiós a la competencia. Poco después conocimos, en información enviada por la delegación cubana, que el saltamontes de la Mayor de las Antillas había sufrido la ruptura del tendón rotuliano derecho, elemento importante en el mecanismo extensor de la rodilla.
La información recibida indica que: "esa ruptura, además, provocó la luxación de la rótula y su correspondiente hemartrosis". En la nota se explica que: "El atleta viajará a Cuba en la mañana de este miércoles, con el acompañamiento requerido, para recibir tratamiento médico quirúrgico en el Complejo Ortopédico Internacional Frank País".
Pero volvamos a la competencia, aún sin conocer cuan grave era la lesión de Massó, y sabiendo no seguiría en competencia, el joven Alejandro Parada debía saltar, intentar cubrir el hueco dejado por su compañero de equipo. Apenas 18 años, a solo horas de cumplir 19, con el clima en contra (aunque este elemento era parejo para todos los competidores), le tocaba sacar la cara. El oro, más que en sus piernas estaba en su corazón, y en su mente, en ser capaz de alejar lo sucedido a Massó y competir sin miedos ni complejos.
Su primer intento resultó fallido. En su segundo brinco, se estiró hasta 7.70 metros, salto con el que le hubiese bastado para ganar la competencia. Pero no se podía confiar. La competencia era joven, los otros contendientes podían "darle caza".
De hecho, en esa segunda ronda, ya habían dos saltadores con 7.65 metros. Parada no se inmutó, no era momento de cantar victoria, y siguió con una secuencia de 7.78; 7.51, y un 7.88 en su quinto y penúltimo salto, con lo cual ponía aún más tierra de por medio a sus rivales, que veían como, ni por asomo, escampaba.
La sexta ronda fue tensa. Competencia detenida por la lluvia. Se reanudan las acciones. Parada es el último. Cada saltador es un reto, cada salto que no le alcanza un suspiro. Parada anda con el pelo suelto, preparado para lo que sea, saltar o festejar. Nadie le da alcance, mucho menos le rebasa.
Parada es campeón. Sus 18 años terminan en unas horas, los 19 ya tocan a la puerta, y festeja, festeja por su medalla, en honor a su compañero lesionado, por su cumpleaños. El salto le da una nueva medalla a Cuba, el martes fueron dos platas, hoy es un oro, el segundo del atletimo cubano en San Salvador 2023. Detrás del antillano quedaron, con idéntico 7.65, el jamaicano Jordan Yates, dueño de la plata, y el Dominicano Tristan James, quien, por el sistema de desempate, debió conformarse con el bronce.
Pero si complejo es saltar bajo la lluvia, no menos dificil es correr 400 metros con vallas en esas mismas condiciones. Justo en esa especialidad, entre las damas, fue que llegó este martes el primer oro del atletismo cubano en San Salvador 2023.
Dos cubanas estaban en la final. Por un lado Zurian Hechavarría, recuperándose de lesiones anteriores, con apenas tres competencias previas, mucha experiencia, y un corazón máa grande que su pecho. Por el otro Darielys Sentelle, 22 años y aún mucho por aprender, y por mejorar.
Suena el disparo. La pista está empapada, la lluvia no cesa. Ambas corredoras salen bien. Darielys comienza a perder fuerzas, se retrasa, por el otro lado Zurian sale bien, toma delantera, avanza segura. Última valla, la meta a unos pocos metros. Zurian aumenta el ritmo, pasa primera por la meta, su registro de 55.52 es lo mejor que ha hecho en la temporada. Le da a Cuba su primer oro en la justa.
Darielys no puede con sus rivales, con el clima, con el calentar una y otra vez, y entra octava con un muy discreto 59.01. La plata en esta prueba fue para la panameña Gianna Woodruff con 56.15 segundos, mientras con el bronce se hizo Daniela Rojas, de Costa Rica con marca de 56.58 segundos.
Fue una jornada agridulce para el atletismo cubano. Por un lado, los festejos por las dos coronas obtenidas, por el otro, la lesión de Massó, y el hecho de ver como en el último momento se perdía una medalla que estaba casi en el bolsillo, la del decatlón.
Todo ocurrió en la prueba final, la de 1500 metros, donde el cubano Yancarlis Hernández entró con 5:21.43 minutos, lo cual le hizo caer del tercer lugar, al quinto. Por el momento, le invito a festejar las victorias y seguir atento a cuanto acontece en San Salvador 2023.
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