La gladiadores cubanos del estilo libre aportaron este sábado cuatro títulos y dos bronces a la cosecha de metales obtenidos por la Mayor de las Antillas en los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023. Con esa actuación los libristas cubanos superaron los tres títulos que traían como cálculo precompetencia.

Pero no solo superaron esos cálculos, sino que redondearon una actuación soberbia en la lucha de forma global, al obtener 15 de los 18 títulos puestos en disputa, (sumando la greco, la lucha femenina, y la libre), y tres metales de bronce, con lo cual alcanzaron medallas en las 18 pruebas disputadas. Algo que se dice fácil, pero cuesta un mundo lograrlo.

En esta oportunidad las medallas de oro las alcanzaron en las divisiones de 57; 65; 86; y 97 kilogramos, mientras que las dos de bronce correspondieron a los 74 y los 125 kilos.

En la disputa del oro en los 57 kilos, el cubano Osmani Diversent venció en cerrado pleito al dominicano Juan Ramírez. Se trató de un combate donde Diversent concluyó el primer periodo perdiendo 0-4. Apenas tenía el cubano tres minutos para darle la vuelta al combate, ante un rival que se había mostrado muy activo. Para colmo, el dominicano marcó otros dos puntos en el inicio de ese periodo para poner la cuesta aún más inclinada con marcador de 0-6.

Diversent tenía que crecerse, y lo hizo, al marcar de forma consecutiva cuatro puntos. Pero aún estaba dos por debajo y salió a empatar el combate, lo cual alcanzó a solo 36 segundos del final. Ahora la balanza estaba a su favor, pues al empatar el pleito y no existir por parte de su rival una acción de mayor envergadura (puntuación) que las realizadas por él, de no moverse el marcador, la victoria le correspondería.

De inmediato llegó el reclamo del dominicano, tras la revisión del video se decretó que no procedía la reclamación y automáticamente Diversent sumó un nuevo punto.

Ahora la pizarra mostraba un 7-6 favorable al cubano, quien solo debía de aguantar los embates de su oponente. Y lo hizo, para llevarse un combate muy disputado, donde ambos gladiadores lo dieron todo. Con esa medalla la lucha cubana llegaba a 12 coronas en los Juegos.

En los 65 kilos Alejandro Valdés (calabaza), enfrentó a Sebastián Rivera, de Puerto Rico, un luchador que poco pudo hacer ante la maestría del antillano, el cual le venció por superioridad de 10-0. Quien sí no tuvo que sudarse fue Yurieski Torreblanca, en los 86 kilos, toda vez que su rival, el colombiano Carlos Izquierdo no combatió por estar lesionado.

La cuarta corona llegó en los 97 kilos, en pleito entre el cubano Arturo Silot y Maxwell Lacey, de Costa Rica. Fue un combate intenso de principio a fin donde el cubano marcó los dos primeros puntos, pero su rival rápidamente emparejó las acciones.

Después llegaron, en acciones consecutivas, otros cuatro puntos para Silot, y así concluir esa mitad con ventaja de 6-2. En el inicio del segundo, Silot consiguió marcar dos nuevas unidades para inclinar aún más la balanza a su favor, ahora 8-2. Pero su rival no se quedó quieto, y a 50 segundos del final marcó dos unidades. Con el tiempo en su contra y la pizarra 8-4, Maxwell logró sacar del colchón a Silot para reducir la diferencia a 8-5.

El tiempo se acababa, amonestan por segunda oportunidad al cubano que ahora está obligado a marcar antes de 30 segundos sino quiere que su oponente sume otro punto.

Pero al combate solo le queda un suspiro, Silot aguanta los embates de su rival, pasan los 30 segundos, un nuevo punto para Maxwell, marcador 8-6. Finalmente concluye el tiempo de combate. Silot alcanza el oro por marcador de 8-6. Cuba acaba de llegar a 15 preseas doradas en la lucha.

En los 74 kilos el cubano Franklin Marén superó por el bronce, sin demasiadas dificultades, a Eliezer Baltodano, de Nicaragua, por marcador de 5-0. Sin embargo las cosas en los 125 kilos no fueron tan fáciles para el cubano Ibrahim Torres, al comenzar perdiendo el primer periodo 0-1 ante Elison Adames, de Puerto Rico.

Aun cuando no se trataba de una ventaja demoledora, lo cierto es que Ibrahim tenía que salir a darlo todo para arrebatarle el bronce al dominicano, y eso fue lo que hizo para primero igualar las acciones y después ir sumando punto tras punto hasta finalmente alcanzar la victoria 5-1. De esa forma, los luchadores de Cuba sumaban 18 preseas de 18 posibles, 15 de ellas de oro y tres de bronce en una actuación que pudiéramos catalogar de fenomenal. Además que no perdió ninguna de las peleas por el oro, ni ninguno de los combates por el bronce.

Ello hace pensar a este periodista, desde ya, en que la lucha debe ser el deporte del año en Cuba. Claro que aún falta mucho camino por recorrer, pero al menos por el momento, ya las cartas credenciales han sido presentadas.

Ver además:

San Salvador 2023: Cuba con cinco oros en la lucha femenina