Apenas dos coronas lograron obtener los púgiles cubanos en San Salvador 2023, cifra que quedó por debajo de los cálculos precompetencia. Esta vez solo Julio César la Cruz, en 92 kilogramos, y el joven Fernando Arzola, en más de 92 kilos, lograron ceñirse la corona de laureles.

Julio César volvió a ser la sombra de siempre para superar sin dificultad al colombiano Marlon Hurtado por votación de 5-0, en todos los casos con idéntico 30-27.

En los +92 kilos, Fernando Arzola se impuso al combiano Cristian Salcedo, púgil a quien su mayor experiencia no le sirvió de nada y terminó cediendo por RSC en el segundo asalto. Desde el mismo campanazo inicial Arzola demostró que iba por todas, y salió a intercambiar con su rival.

En el segundo, el colombiano salió más activo, pero rápidamente el cubano puso las cosas en su lugar propinándole dos cuentas de protección en forma consecutiva, haciendo que la referee detuviese las acciones. De esa forma Arzola le dio a Cuba su segunda y última corona del certamen, con lo cual la escuadra de la Mayor de las Antillas quedó por debajo de lo calculado precompetencia.

Con anterioridad otros dos pugilistas cubanos habían subido al encerado en busca de una corona, pero salieron por la puerta estrecha. Se trata de Erislandy Álvarez, a quien en los 63.5 kilos, cuatro de los cinco jueces lo vieron perder ante el dominicano Alexis de la Cruz, y de la boxeadora Legnis Calá, que cedió por RSC en el segundo ante Ashleyann Lozada, de Puerto Rico.

En el caso de Calá, tiene el merito de ser la primera cubana en subir al cuadrilátero en unos Juegos Centroamericanos y del Caribe, y de ceñirse un súbtitulo inédito entre las damas, quienes con su actuación sobrecumplieron con los pronósticos que tenían precompetencia, sumando a esa plata par de preseas de bronce.

En cuanto al pleito de Erislandy Álvarez frente al dominicano Alexis de la Cruz, se trató de una pelea intensa de principio a fin, donde desde el asalto inicial ambos púgiles salieron a darlo todo. Fue un pleito de constantes intercambios, en el cual en más de una oportunidad descuidaron la defensa y se les vio atacar algo desorganizados y en la cual, en el segundo asalto, ambos púgiles requirieron la asistencia del médico, al recibir una cortadura en la ceja izquierda.

Al final del combate, en una decisión controvertida, cuatro de los cinco jueces vieron ganar al dominicano mientras el quinto le daba la pelea al cubano. En mi criterio personal, creo que, aún cuando la pelea fue cerrada, el cubano mereció la victoria, pero esa es mi opinión, y como dije, se trató de un combate cerrado, donde ambos púgiles salieron a darlo todo de campana a campana.

En total, el boxeo en Cuba sumó dos oro, igual cantidad de plata y cinco bronces, cifra por debajo de los cálculos precompetencia. Toca ahora revisar lo ocurrido y corregir el rumbo para que el boxeo siga siendo el buque insignia del deporte cubano. Más ahora con la incorporación de las damas, que superaron todos los pronósticos que llevaban, hecho que evidencia las potencialidades de las muchachas en este deporte.

Otras informaciones:

Guatemala alejó a Cuba de la final del softball centroamericano