A los 21 años, el cubano Saidel Horta, 57 kilos, acaba de tener estreno plateado en citas mundialistas, lo cual habla a las claras de la calidad y el futuro de la escuela cubana de boxeo, capaz de colocar a cuatro debutantes en la final del Mundial de Boxeo de Tashkent 2023.

En esta oportunidad Saidel tenía el reto de enfrentar al local Abdumalik Khalokov, púgil que ya sabía lo que es ser subcampeón mundial. Pese a ello, el cubano salió a enfrentar sin complejos a su rival de turno, a quien, tras un inicio "algo lento", le puso rápido freno hasta que en el minuto final de ese asalto recibiera una cuenta de protección que a juicio de muchos fue inmerecida. Ese hecho inclinó la balanza a favor del local en un asalto que si bien estaba cerrado, debía ir favorable a Saidel.

Durante el segundo y el tercer asalto el uzbeco comenzó a buscar, tras cada ataque, el agarre, desluciendo el combate y evitando que Saidel hiciera su pelea. Pero lo más desconcertante de todo es que la árbitro le quitó un punto a Saidel por agarrar, en lugar de quitárselo al uzbeco, condicionado la decisión de los jueces en un asalto que marchaba parejo, con lo cual cuatro árbitros le dieron su voto al uzbeco y uno al criollo.

El tercer asalto fue una copia del segundo, con el uzbeco agarrándose constantemente y la árbitro dejándole hacer, limitándose a llamarle la atención de vez en cuando, sin nunca quitarle un punto. Tras el campanazo final ya la suerte estaba echada, en un pleito que en honor a la verdad vimos cerrado, la condición de local de Abdumalik, y el accionar de la árbitro actuante permitieron que el uzbeko se hiciera con la corona con votación favorable de 5-0.

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