Poco pudieron hacer los Portuarios de Michael González en la primera mitad del calendario clasificatorio de esta nueva Liga Élite del Béisbol Cubano.
Hundidos en el último lugar de la tabla de posiciones y con la mayoría de los principales indicadores estadísticos en números rojos, cada jornada que pasa se aleja más en el horizonte la maravillosa tierra donde los cuatro privilegiados se enfrentarán en busca del trofeo de campeón.
Cierto que en los últimos partidos los estibadores han mostrado cierta recuperación, que sus maderos han comenzado a sonar más alto, y que tanto sus serpentineros como la defensa de campo se han oxigenado, al punto de alcanzar más victorias que derrotas por primera vez desde que salieron al terreno con ese nombre en el pecho, pero esto no es suficiente.
Con la paridad que existe en nuestros campeonatos domésticos se hace muy difícil hilvanar una cadena de triunfos, y eso es precisamente lo que necesitan estos muchachos para levar anclas y desplegar todas las velas de una nave que ha naufragado sin salir del puerto.
Para eso es vital que los industrialistas que conforman el grupo saquen esa garra felina que los caracteriza, dormida hasta hoy en medio del oleaje que los ataca. La pobre e inesperada actuación ofensiva de los azules que allí han empuñado ha inclinado balanzas. Entre todos apenas promedian para 238 Ave hasta los juegos del jueves con solo un cuadrangular y han dejado la cantidad de 124 corredores en posición anotadora, 74 de ellos esperando una conexión efectiva del trío integrado por Yasiel Santoya, Oscar Valdés, y Jorge Enrique Alomá, hombres que se han ganado un prestigio en toda su carrera por responder a la hora crítica.
El resultado negativo ha espantado de las gradas a sus fieles y esto crea un círculo vicioso. Los amantes del deporte saben de la importancia de las localías y del apoyo de los aficionados, algo que apenas han disfrutado estos guerreros, quienes han jugado con las tribunas vacías en sus dos sedes y solo han podido salir victoriosos en tres de los 14 desafíos disputados en ellas.
Con todas esas cartas sobre la mesa pocos apostarían por un repunte de estos Portuarios, pero ya sabemos que en el béisbol no hay nada imposible y la historia está llena de ejemplos donde equipos se han levantado de sus cenizas para batir contrarios y firmar remontadas antológicas.
La tarea es difícil, pero no estaríamos garabateando cuartillas si no creyéramos que tienen las herramientas suficientes para ello. Nos vemos en el estadio.
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Yo creo q esos resultados de los Portuarios no sorprendió a nadie,en el papel es el más débil de todos los equipos,lo q no entiendo es q la Habana siendo la provincia de más habitantes del país no tenga más calidad en sus peloteros,y claro la serie élite a venido a sacar a la luz los q verdad tienen más calidad.muchas gracias
Aún anda mal este conjunto, sin embargo sólo hay un equipo escapado que es Agricultores