Decepcionante ha sido la actuación de los Portuarios cuando casi han vencido un tercio de su calendario clasificatorio en esta primera Liga Élite del Béisbol Cubano.

Inexplicable, más que los resultados que han obtenido y la racha adversa de diez derrotas consecutivas que sufrieron, son los números estadísticos que arroja esta unión de peloteros de Industriales y Mayabeque, quienes a pesar de no contar con favoritismos antes del inicio de la campaña, pocos pudieron vaticinar que a estas alturas del campeonato fueran los últimos en los departamentos más importante de juego.

Por más que lo intente algún técnico o aficionado, no hay manera de justificar lo ocurrido hasta los partidos de este jueves. Un promedio ofensivo de apenas 240 -casi 30 puntos menos que la media del torneo- es inconcebible para una nómina llena de bateadores de experiencia que han demostrado su valía a lo largo de sus carreras.

Una artillería que solo ha podido producir, en 16 partidos, 50 carreras y apenas ha conectado 18 extrabases (14 dobles y 4 cuadrangulares), es preocupante, mucho más en esta pelota nuestra que siempre se ha caracterizado por la ofensiva, aunque estemos ahora sumidos en un torneo selectivo.

Pero los problemas de los estibadores van más allá de golpear pelotas. Sus lanzadores se sostiene sobre pilotes débiles, al ser los que más carreras limpias aceptan cada nueve entradas con 4.76, los que más jonrones permiten (13), los que más wild pitch cometen (13), los del Whip más alto (1.65), los que menos ponchan (3.06 por juego), los segundos que más bases por bolas conceden (3.69 cada nueve capítulos), y los que exhiben el average de contrarios más alto (307).

Si esperamos encontrar en la defensa una tabla de salvación para nuestras esperanzas, nos vamos a ahogar. Estos guerreros han cometido ya 21 errores al campo, ocho por encima del segundo equipo más errático de la liga, para un paupérrimo average de 964.

Producto de ello, los rivales han anotado un total de 20 carreras, y si esos números no son peores es gracias a que son los que más jugadas de doble matanzas han fabricado con 22, un aspecto positivo entre tantas desgracias.

Las bondades de una liga, donde clasifican para los playoffs cuatro de los seis equipos contendientes, mantiene a los muchachos de Michael González con vida en medio de esta tormenta que muy pocos pudieron pronosticar. El puerto ahora mismo está en apagón y es golpeado por fuertes olas que sacuden el muelle. Los pesimistas dirán que ya todo acabó, y los optimistas que el sol siempre sale para todos. Por eso sigo aquí esperando. Nos vemos en el estadio.

Foto: Diseño: Boris Luis Cabrera

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