La primera Liga Élite del Béisbol Cubano ya tiene una semana de vida. El nacimiento de este nuevo experimento donde se ha concentrado la calidad en solo seis equipos con el ánimo de elevar el techo de nuestro deporte nacional, ha sido complejo en medio de muchas fuerzas que han actuado en su contra.
El parto fue por cesárea después de una demora por el retraso de los uniformes que levantó una polvareda de cítricas e insatisfacciones, que se ha mantenido flotando sobre los estadios durante estos primeros siete días de competencia, desde que se escuchó la voz de Play Ball el pasado sábado 22 de octubre en el parque Latinoamericano, templo sagrado que cuatro días después cumpliría 76 años de construido.
Lograr que los aficionados se identifiquen con los nuevos equipos formados por la unión de dos o tres provincias es uno de los objetivos de este nuevo torneo selectivo, pero la tarea se ha encontrado con múltiples piedras en el camino, que aunque no son infranqueables, al unirse todas dificultan el andar seguro que necesitamos todos los que amamos y defendemos este deporte.
No es quijotesco pensar que entre todos podemos derribar esas murallas de piedras que se nos antojan fieros gigantes, para que este campeonato logre enraizarse en el pecho de la fanaticada. Un mal trabajo de marketing, fallas en la trasmisión televisiva de algunos partidos, y el silencio en varias emisoras provinciales (no es el caso de La Habana), son solo algunos puntos que han conspirado con el objetivo, y que deben solucionarse lo antes posible para que esta Liga Élite llegue a un feliz término.
Los atletas, a pesar de problemas con la logística y el salario, han hecho su parte y han salido a los terrenos a defender los nuevos colores de sus escuadras para brindarnos el mejor espectáculo posible, pero con tantos espacios vacíos en las gradas y si no reciben cuanto antes la atención que merecen, su buen rendimiento en un calendario de 50 partidos está en duda.
Con relación a nuestros Portuarios, después de un lento arranque donde salieron derrotados en sus tres primeras presentaciones, lograron batir dos veces a los Cafetaleros en sus predios del Calixto García de Holguín, y abandonaron el frío sótano. En estos primeros cinco partidos exhibieron números que deberán ir mejorando a medida que avance el evento, sobre todo cuando se robustezca su cuerpo de lanzadores con la entrada de varias de sus estrellas.
En jornadas venideras se estarán incorporando Marlon Vega (MVP de la Serie 61) y Andy Vargas, ambos miembros de la selección cubana sub 23 que participó en el Campeonato Mundial; también lo hará Erick Cristian González, quien se recupera de unas molestias en su hombro; y el mediático Pedro Álvarez, un lanzador que le aportó a Industriales 11 victorias en la última Serie Nacional.
Sin dudas, con la entrada de esa caballería los Guerreros del Puerto mostrarán otra cara en el campo de juego en los próximos combates. Nos vemos en el estadio.
Ver además:
Liga Élite: Guerreros del puerto bombardearon el Calixto García

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Tiene razón, lo + difícil es q logremos identificarnos con los equipos mixtos, al menos yo aún no lo logro. Es bueno saber q Usted sigue escribiendo sobre el deporte nacional en Tribuna de la Habana, no permita q extrañemos sus excelentes artículos
Se han lanzado a realizar un torneo sin tener todas las garantías y como siempre el hombre es lo último,hemos conocido recientemente de figuras de primer en el deporte que hemos perdido,por no entregarles sus premios en metálico ganado en competencias internacionales y esta situación con el salario traerá un desestimulo para los que saben no podrán hacer equipo para el clásico ,pero no es solo el béisbol el torneo de fútbol clausura se juega por amor al deporte,pues los futbolistas no cobran salario.