El equipo Portuarios, integrado por peloteros de Industriales y Mayabeque, logró su primera victoria en la nueva Liga Élite del Béisbol Cubano al batir a los Cafetaleros orientales 6-4, en desafío desarrollado en el estadio Calixto García, de la Ciudad de los Parques.
Esta vez no hubo coladitas de café amargo ni aromas de ese preciado grano por los graderíos. Los estibadores de Michael González descargaron dinamita en la grama desde el mismo segundo episodio para marcar tres carreras, y tomar una ventaja que no perderían jamás en toda la ruta.
Después de dos outs, el lanzador anfitrión Danny Betancourt perdió la mirilla y regaló un par de boletos que le costaron bien caro. Un cohete de Juan Carlos Torriente que remolcó la primera, y otro de Rangel Ramos que trajo dos a casa, le removieron la arcilla del montículo.
Una entrada más tarde, el serpentinero en activo que más triunfos tiene en nuestros clásicos nacionales (154) tuvo que irse a casa sin sacar outs, bajo una artillería portuaria que volvió a hacer sonar tres veces la registradora de la pizarra, dos de ellas a su récord personal.
El segundo petardo de Yasniel González empujó una, y otra vez el veterano Torriente sonó cañonazo para impulsar dos. Este par de inatrapables se conectaron ante los envíos del relevista José Antonio Sánchez, quien también abandonó el montículo bajos ruidos ensordecedores.
La tropa de Héctor Hernández nunca sacó bandera blanca desde la banca de tercera y fue organizando escaramuzas durante todo el pleito ante los envíos del abridor Marcos Ortega, hasta que le dinamitaron el box a la altura del séptimo inning.
El diestro, quien ya había permitido carreras solitarias en el cuarto y sexto episodio, toleró otro par de anotaciones en ese acto que emocionó a la fanaticada en las tribunas, pero después de un rescate estéril del joven Luis Ignacio Bermúdez, llegó Adrián “El Brujo” Sosa y sofocó el incendio al caminar 2.1 capítulos sin dificultades, para anotarse el salvamento del partido.
Los dueños de casa gozaron de un excelente trabajo de su relevista Rubén Rodriguez, quien se mantuvo 4.1 entradas sin permitir anotaciones, pero su artillería no fue lo suficientemente afectiva como para darles alcance a sus adversarios, a pesar de conectar un total de 14 indiscutibles.

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