Muy buena imagen dejó el equipo de La Habana en su primer duelo particular de este VII Campeonato Nacional de béisbol categoría sub 23.

Los dirigidos por el profesor Antonio Acea, más allá de vencer en dos de los tres partidos que sostuvieron contra los Cazadores de Artemisa, echaron por tierra los comentarios pre-competencia que aseguraban que el equipo tenía una ofensiva pobre, incluso por debajo de la media del campeonato.

Los capitalinos concluyeron su visita por esas vecinas tierras con el promedio de bateo más alto entre todos los equipos participantes (323 Ave), además de ser los líderes en imparables (32), impulsadas (19), anotadas (22), y cuadrangulares (5), y ser los que menos se ponchan al abanicar la brisa en apenas 12 ocasiones.

Como se esperaba, los dos jugadores de posición que ya saben lo que es vestirse con el uniforme de los Industriales, han llevado el peso de los ataques en este inicio: el antesalista Cristhian Hidalgo y el receptor Bryan González.

El jugador de cuadro, un pelotero muy versátil que es capaz de asumir varias tareas defensivas, pegó seis indiscutibles en 11 turnos oficiales al bate (545 Ave) con un bambinazo incluido, para cumplir hasta el momento con el rol asignado.

El máscara, por su parte, compiló de 8-4 (500 Ave) con un batazo de vuelta entera y par de dobletes que estuvieron a solo centímetros de convertirse en jonrones, y lideró a su escuadra en carreras remolcadas con cinco.

A ellos se han sumado otros regulares que también empujaron la nave, entre ellos el prometedor Frank David González (400 Ave), quien sacó una pelota del parque, y el fornido Raúl Pérez (364 Ave), un atleta que debe hacerse sentir en este torneo por sus herramientas naturales.

Otro parámetro donde brillaron los citadinos fue en la defensa, con solo dos marfiladas en esos tres pleitos en una categoría donde pululan los errores, además de fabricar siete jugadas de doble matanza, cantidad que ningún conjunto logró en esos días.

El punto flaco en esa subserie fue el pitcheo, paradójicamente el arma más fuerte con la que cuentan, pero en el béisbol no hay nada escrito, algo que hace este deporte tan maravilloso y enigmático.

Teniendo en cuenta lo visto en estos primeros días, los felinos habaneros tendrán que mejorar en este aspecto para enfrentar el próximo martes a Pinar del Rio, un equipo que mostró credenciales al barrer en sus primeros partidos, si quieren alcanzar el único boleto disponible en su llave A para pasar a las semifinales. Nos vemos en el estadio.

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