Los caballos orientales de Granma arrinconaron esta tarde de domingo a los Leones capitalinos en el tablero del parque Latinoamericano, y se colocaron a solo una jugada del "Jaque Mate" que les daría el pase a semifinales en esta Serie Nacional 61.

Los vigentes monarcas nacionales no creyeron en ruedo peligroso ni en fanaticadas adversas, y burlaron la emboscada felina para derrotarlos 5-4, y mantener intacta su vestimenta de verdugos, estrenada desde la temporada pasada cuando los vencieron en el duelo de cuartos de final.

Desde el mismo primer inning los azules marcaron dos rayitas a la cuenta del abridor Joel Mojena, para dejar bien claro que esta tarde de domingo la pelea estaba pactada.

Par de imparables, se combinaron con un elevado de sacrificio de Yasiel Santoya y una rolata al cuadro de Óscar Valdés, para fabricar las anotaciones.

Los visitantes descontaron una en el segundo por cepillazo impulsor del desbordado Francisco Venecia, pero en la parte baja de esa entrada Roberto Acevedo disparó un triple que trajo un compañero a casa, para volver a darle a sus felinos una ventaja de dos carreras.

El abridor capitalino Marcos Ortega, siempre lanzando sobre las brasas encendidas, mantuvo las puertas del plato cerradas hasta el quinto, episodio dónde los indomables Alazanes igualaron el marcador sin sacar la pelota del cuadro.

El rescatista Juan Xavier Peñalver boleó a dos rivales, y no pudo evitar un infield hit de Yulián Milián que trajo la primera, y un roletazo al torpedero de Yosbany Millán que empujó la otra.

En el octavo, cuando Oscar Valdés le pegó un doblete al relevista Kelbis Rodríguez, y Andrés Hernández lo impulsó con un elevado de sacrificio, parecía que el choque estaba definido, pero lo mejor estaba por llegar.

Dos carreras a la hora de recoger los bates ante Pedro Álvarez fueron demasiado para las huestes azules.

Dos cohetes remolcadores de Iván Prieto y Yulián Milán sentenciaron el desafío.

Del resto se encargó el taponero Carlos Santana, al sacar los últimos outs del desafío y cerrar ahí el ataúd de los giraldillos.

Foto: Boris Luis Cabrera

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