La buena actuación de la habanera Leslie Amat –hace una semana– en la Copa Continental y en el Campeonato Centroamericano y del Caribe de Triatlón, efectuados en Punta Cana, República Dominicana, es una excelente noticia para especialistas y aficionados en la capital y en toda Cuba.

Las medallas de plata y de bronce ganadas por la principal exponente femenina de este deporte en la Mayor de las Antillas dan margen para el optimismo a menos de un mes de la celebración de la Copa del Mundo de la disciplina, prevista para realizarse el sábado 18 de junio y el domingo 19 del propio mes, en Huatulco, México.

En tierra dominicana Leslie detuvo los relojes luego de 2:09.23 horas en la porfía con triatletas de diversas naciones de América. Solo la aventajaron la canadiense Dominika Jamnicky (2:08.00 h) y la mexicana Adriana Barraza (2:08.57 h).

Si se concreta la participación de Leslie en el venidero certamen en tierra azteca, la competidora giraldilla tendrá la oportunidad de reinsertarse en el nivel élite, lo cual propiciará un salto significativo, muy positivo, en la paulatina recuperación de su habitual condición física.

El circuito, ubicado en la Bahía de Santa Cruz, en Huatulco, Oaxaca, no es desconocido para la nacida en la más importante urbe de Cuba. Allí ha participado en, al menos, tres lides: una Copa del Mundo en 2015 (finalizó en el lugar 32), otro evento similar en 2016 (concluyó en el puesto 24) y una Copa Americana de Triatlón en 2019 (también ocupó el peldaño 24).

El propósito de mejorar notablemente esos resultados anteriores está implícito en la esencia de la personalidad de la capitalina, cuya tenacidad y capacidad de superarse a sí misma han sido demostradas en más de una ocasión, incluso, siendo apenas una niña, cuando aún sin cumplir los cinco años de edad se inició en el nado sincronizado, un deporte en el que el rigor en el entrenamiento es mayúsculo.

En los últimos tiempos, en pleno azote de la pandemia de la COVID-19, se le recuerda entrenando en su casa.

Semejantes condiciones adversas no la detuvieron, nunca se dio por vencida, no se rinde, nada la detiene… porque su talante es de campeona, independientemente del lugar que ocupe en el podio o de cuántas competidoras puedan cruzar la línea de meta antes que ella.

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