Andrés Hernández con sendos bambinazos y Ariel Hechavarría con uno que encontró las almohadillas repletas, halaron la "Carmoneta" azul para que los Industriales de la capital continuaran en estado de gracia y aplastaran a los Toros camagüeyanos con marcador de 12-8.

La tropa de Guillermo Carmona llegó al Cándido González, se tomó el agua de tinajón, y recogió un preciado botín sobre la grama que tenía dentro su octava victoria consecutiva, un papel acuñado que certificaba el triunfo en el duelo particular de este año frente a sus rivales, y el ticket para mantenerse sentados con tranquilidad en el quinto puesto del torneo.

La temperatura del duelo se elevó desde el mismo primer capítulo cuando ambas escuadras marcaron un trío de carreras, remolcadas por sendos bambinazos tempraneros que encontraron a dos hombres anclados en las almohadillas. Hernández sacudió su primero de la tarde desde la esquina azul y Yordanis Samón hizo lo mismo desde la trinchera opuesta.

En el segundo capítulo ya no pudo sostenerse en pie el abridor capitalino Marcos Ortega, y se fue a la cueva luego de soportar un castigo de siete imparables y la rayita que les dio una ventaja momentánea a los anfitriones.

Andrecito, quien a finales de este mes se irá a tierras canadienses para cumplir un contrato profesional en la Liga Intercondados de Béisbol (IBL) con las Panteras de Kitchener, volvió a despachar otro estacazo de vuelta entera en el tercer episodio -este con un compañero a bordo- para darles una ventaja a los suyos, y sacar del box al abridor Rodolfo Soris.

El rehilete avivó a los Toros, y cerrando el cuarto apartado, el antesalista Yosbel Pérez -para continuar con la tónica del partido- le desapareció la esférica al relevista Elder Nodal con los sacos vacíos, para igualar el marcador, pero lo mejor estaba por llegar.

Unos minutos más tarde llegó la definición, cuando el apagafuegos Pedro Luis Guzmán perdió la mirilla al regalar tres boletos de libre tránsito, y Hechavarría, que ya tenía un par de tubeyes conectados, se llevó las cercas con la casa llena para silenciar los graderíos.

Tres rayitas más en el “Lucky seven”, dos de ellas remolcadas por cohete de Yamil Rivalta, hizo desfilar a cinco lanzadores más por la lomita de los sufrimientos y al público que se negaba a ver esa “masacre” sobre el ruedo.

Nodal, apoyado por su artillería, también se lució en esta jornada, al transitar una ruta larga de 5.2 episodios donde apenas aceptó una anotación, para alcanzar así su tercera victoria y mantener el invicto en este campeonato.

Ya con el césped humeante y la batalla perdida, Luis González le disparó un cuadrangular al relevista Yandi Molina en el octavo, y Leslie Anderson le sonó otro en el noveno con uno a bordo, para cerrar las producciones de la tarde.

Foto: Boris Luis Cabrera

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