Los Cachorros holguineros aprovecharon todo los regalos que les dieron los Leones capitalinos sobre la grama del Calixto García, y con una producción de apenas cuatro imparables, los derrotaron 3-2 para pasarles la escoba de fin de semana y llevarse el duelo particular de esta Serie Nacional.

Un lanzamiento salvaje del relevista Andy Vargas con las almohadillas repletas con el partido igualado en la parte baja del octavo episodio, sentenció el encuentro.

Unos minutos antes los azules se habían abrazado en el marcador cuando el emergente Walter Abreu le sonó cañonazo al apagafuegos Michel Cabrera, para traer a dos compañeros para el plato, pero eso fue todo lo que pudieron hacer en esta jornada por aquellos territorios hostiles.

Pavel Hernández realizó muy buen trabajo desde el montículo durante siete episodios pero una vez más a su tropa se le mojó la pólvora en los momentos claves, dejando así a varios corredores congelados en los sacos.

Cuando ese gigante de ébano de 1.93 metros de altura entró al ruedo, no hay otra manera de decirlo, los Cachorros se acostaron boca arriba en la grama para que los acariciara, mientras los Leones no pudieron plantar la bandera azul por ningún lugar.

Un error en tiro a primera del mismo Hernández provocó las primeras anotaciones de los dueños de casa, y otra marfilada, esta vez de Juan Carlos Torriente, cooperó en la última y decisiva carrera del choque.

Los discípulos de Tico Hernández, en cambio, mostraron una excelente defensa al campo con varias jugadas de excelencia, que al final terminaron por inclinar la balanza a su favor.

Yusmel Velázquez, un hombre que había salido a relevar en diez ocasiones y apenas tenía una apertura en esta temporada, fue el encargado de mantener bien quietos a los felinos durante las siete entradas que se mantuvo en el box, aunque se fue sin decisión.

Foto: Boris Luis Cabrera

Después de esta derrota, los capitalinos presentan balance de 17-17 y comienzan a alejarse peligrosamente de la línea que separa la zona de clasificación.

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