Los Leones de la capital sacaron su artillería pesada en el parque Nguyen Van Troi de Guantánamo, para doblegar a los Indios de esa provincia con pizarra final de 12-4 y arrebatarles la serie particular de esta Serie Nacional en su edición 61.
Pedro Álvarez se encaramó en la lomita a la entrada del campamento Indio y le puso el pecho a las flechas para que su tropa capitalina invadiera el territorio y los sometieran en el combate.
En la jornada anterior los felinos habían logrado romper el cerco oriental y esta tarde las cosas no fueron diferentes por aquellas tierras, aprovechando los errores de sus rivales, el descontrol de los que lanzan las serpentinas, y la potente ofensiva que exhiben, segunda entre los 16 equipos en competencia.
Las bombas comenzaron a caer en el Guaso desde el segundo capítulo cuando marcaron las dos primeras rayitas para tomar una ventaja que no perderían jamás durante todo el pleito. Jorge Enrique Alomá pegó cohete para impulsar la primera y el error número 50 de los anfitriones en el campeonato le abrió también las puertas al corredor Roberto Acevedo.
Dos más llegaron en los apartados tres y cinco a la cuenta del abridor Enyer Fernández, una de ellas producto de otra marfilada de la defensa guantanamera, y en el sexto ya la tropa del Cacique Agustín Lescaille corría despavorida por el campo cuando los Leones fabricaron un paquete letal de cuatro anotaciones.
Un doblete del encendido capitán Juan Carlos Torriente (de 5-4 en la jornada) que trajo dos a casa ante un envío del relevista Raciel Bles, y el tercer bambinazo en tres días consecutivos de Yasiel Santoya frente al diestro Andiovis Baró, fue demasiado para sus adversarios.
Otro que movió el madero en el desafío fue Sandy Menocal al compilar de 5-4, en su nuevo puesto de primer bate.
Álvarez completó su trabajo de seis episodios con cuatro ponches propinados para lograr su quinto triunfo de la temporada, pero antes de irse a la cueva soportó un jonronazo de Over Cremet con dos compañeros en circulación, cuarto imparable que pudieron pegarle sus contrarios en ese trayecto.
El timonel Guillermo Carmona le dio juego a sus sustitutos en la última entrada, y estos, hambrientos de peleas, calentaron los bates para ayudar a completar la masacre con par de anotaciones más antes de guardar el armamento hasta la próxima subserie particular.
El veloz Raymond Figueredo se anotó el salvamento al lanzar los últimos tres capítulos, donde mantuvo a los moribundos Indios muy tranquilos en sus chozas humeantes.
Después de este resultado los capitalinos presentan balance de 17-15 y se mantienen anclados en el séptimo puesto de la tabla de posiciones.
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