Este enero, tras meses de silencio en El Palmar, en el capitalino municipio de Cotorro, volvió a resonar el grito de gol. Desde sus vetustas gradas, jóvenes, y no tan jóvenes, animan a los jugadores de su preferencia, a esos que viven al lado de sus casas, o dentro de ellas.
En el terreno se disputa algo más que un simple partido, allí se “juegan la honra” futbolística cada uno de los equipos que intervienen en el inter-barrios de fútbol del Cotorro, que dio inicio el 13 de enero, y en el cual intervienen seis equipos.
Labañino Laffita, entrenador principal y director técnico de la primera categoría de los equipos juveniles del Cotorro, comentó a Tribuna de La Habana que se ha pactado la realización de un partido por jornada. Los desafíos tienen lugar martes, jueves, sábado y domingo, siempre a partir de las 4:30 p.m. y en ellos intervienen los equipos de Lotería, Alberro Viejo, Alberro Nuevo, San Pedro, Calle 8, y el equipo de la zona de El Palmar, el cual adoptó el nombre de Leroley.

Al momento de nuestra visita ya se habían celebrado siete partidos, y lideraba la tabla de posiciones el equipo de Lotería, con nueve unidades. Detrás de ellos se encontraban Alberro Viejo, con 4; Leroley, 3; San Pedro, 3; y Calle 8, 1 punto. En el sótano, con el casillero en blanco, estaban los representantes de Alberro Nuevo.
Al preguntarle a Laffita acerca de la calidad de los equipos en disputa, comentó que en sentido general, para la etapa actual, tras el paro realizado por la COVID-19, los planteles muestran bastante paridad y buena forma. Añade que el certamen, convocado para la primera categoría del libre, tiene como características que cada equipo debe tener cinco atletas juveniles, y de ellos siempre uno debe estar jugando.
De esa forma, se busca que los atletas en edades juveniles puedan desarrollar las habilidades que poseen, al tiempo que se foguean en un certamen, que si bien, tiene por característica el ser amistoso, les permite vivir el rigor de una competencia. Otra de las características de la competencia es el arbitraje, el cual está a cargo de exatletas del territorio, pertenecientes a la primera categoría.

Retomar la actividad física, con el cumplimiento de las medidas higiénico-epidemiológicas que estos momentos requiere, y al mismo tiempo hacer que el barrio sea protagonista de las competencias que allí se realizan, tal como lo demuestra este torneo, es posible. Que hay cosas que se pueden perfeccionar, es cierto; que se pudieran, y deben, sumar otros deportes, también lo es. Pero lo realmente importante, es que esta experiencia sea el inicio del renacer de la actividad física, no solo en El Palmar, si no en todas las instalaciones deportivas del municipio, y... un poquito más allá.
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