Cuba llegó con cinco hombres a la final del boxeo de los I Juegos Panamericanos Júnior, instancia donde se dio un baño de oro al conseguir cuatro preseas doradas.
El primero de los antillanos en coronarse fue el 52 kilos Ewart Andrés Marín, quien dejó en el camino al estadounidense Isaías Navarro en un combate que se caracterizó por la fogosidad de ambos púgiles, al punto de que, aunque los cinco árbitros vieron ganar al cubano, tres de ellos le dieron la victoria 29-28, mientras los otros dos le vieron vencer 30-27.
La lista de campeones cubanos la completaron Kryhztian Barrera, al derrotar por votación unánime en los 75 kilos al argentino Joel Salva. El 81 kilos Luis Reynoso, dio la tercera alegría a los de la Mayor de las Antillas, al imponerse por votación unánime al brasileño Ricardo de Oliveira. La cuarta sonrisa de los antillanos salió de los Guantes del 91 kilos Ronny Álvarez, quien con un boxeo inteligente, mantuvo todo el tiempo a raya al púgil local, el colombiano Sebastián Murillo, para finalmente llevarse el veredicto favorable de los cinco jueces.
El único descalabro de los criollos en la discusión de las preseas de oro lo encajó Jorge Daniel Forcades, quien cayó por votación dividida de 4-1, en cerrado pleito ante el estadounidense Quincey Williams. De esa forma el boxeo cubano terminó por darse un baño de oro en el Panamericano Júnior.
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