Bajo el lema “Entrega, disfrute, y sueños compartidos”, esta semana arrancaron los I Juegos Panamericanos Junior Cali-Valle 2021, donde 212 cubanos menores de 23 años verán acción en 26 deportes, representando la quinta delegación más extensa entre todas las participantes.

Este evento múltiple llega en una fecha atípica y después de una temporada larga marcada por el efecto de la pandemia de la COVID-19, pero es bienvenido no solo por el regocijo que nos llena al ver a los atletas defender los colores de sus banderas, sino por la importancia que tienen estas reuniones para el futuro deportivo de las naciones en competencia.

Probar a las reservas de alto rendimiento para torneos venideros de envergadura, observar y evaluar a estos jóvenes que dentro de unos años serán las principales figuras en sus disciplinas, es el principal objetivo de estos juegos, más allá de los propios resultados o medallas que puedan alcanzar en esa cita.

El fogueo y desarrollo que allí tendrán, muchos de ellos debutando en las arenas internacionales, unido a la entrega y disfrute característicos de esas edades, y a la motivación que representa el hecho de una clasificación directa para los venideros Juegos Panamericanos de Chile 2023 para los ocupantes de las primeras plazas, convertirán este evento en una fiesta que sin dudas disfrutaremos mucho desde nuestros hogares.

Aunque el objetivo fundamental es participativo, es la competitividad lo que hace grande al deporte, hecho que aprovechan los vaticinios y pronósticos para salir a flote y agregarle esa sal necesaria que tanta polémica genera entre los aficionados.

La actuación de Cuba en este suceso continental es muy difícil de predecir por muchos motivos, entre ellos por la edad de los competidores, el desconocimiento de los contrarios por su escaso palmarés competitivo, y la incógnita que existe por la forma deportiva que puedan tener en esta etapa.

Sin embargo, teniendo en cuenta el historial de nuestro país y la presencia en su delegación de varios atletas con buenas actuaciones en campeonatos mundiales juveniles y con experiencia ya en Juegos Olímpicos, deben incluirse entre los cinco primeros en el medallero final.

Unas 30 preseas doradas, incluso más, puede llegar a obtener la delegación antillana apoyándose en los deportes de combate y otros como el atletismo, donde se presentarán un total de 34 atletas. Otras disciplinas como el canotaje, la esgrima, el tiro deportivo, el ciclismo, y el clavado que dio la gran sorpresa este jueves al obtener el primer título en la historia de estos juegos, aportarán a la cosecha que se espera recoger por aquellas latitudes.

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