La III Copa Mundial de Béisbol para menores de 23 años comenzará el venidero jueves 23 de septiembre y Cuba hará su debut en estos torneos con un equipo bastante sólido en busca de la mejor posición posible que le permita salir del puesto 11 del Ranking Mundial de la WBSC.
Los partidos se disputarán a siete entradas por primera vez en estas lides y esto traerá un cambio drástico en la concepción y estrategia de juego, como hemos podido ver en otros eventos anteriores, incluso en nuestra propia Serie Nacional cuando se han programado desafíos dobles en una jornada.
Más allá de las inconformidades de los aficionados más ortodoxos por estos cambios que quieren imponer en este deporte en aras de reducir el tiempo de juego, se impone hablar sobre algunos detalles importantes que hay que tener en cuenta antes de salir al campo.
El mentor Eriel Sánchez ha declarado en buen cubano que jugar a siete entradas “le cuadra” teniendo en cuenta las características de nuestros lanzadores y la falta de una verdadera especificación, por lo que la mayoría de los abridores están adaptados a trabajar más y esto mantendría fresco el bull-pen para los otros desafíos.
“Los abridores de nosotros están adaptados a que los directores los llevemos hasta el máximo y casi todos lanzan seis o siete entradas en la Serie Nacional y si tenemos esa posibilidad podemos terminar el partido con uno o dos lanzadores”-dijo en una entrevista hace unos días para Cubadebate.
“Claro que eso lo pueden hacer también los rivales, pero ellos están más enfocados en la cantidad de lanzamientos, en la cantidad de entradas que deben lanzar sus pitcher, y están más dosificados. Nosotros le vamos sacando al lanzador todo lo que podamos y todo lo que sea capaz de rendir. Están preparados para eso”-agregó.
Sin embargo, esto es apenas un punto más en todo el cambio que trae para un partido de béisbol jugar dos entradas menos, aunque a simple vista no parezca tan trascendental. Lo primero que tienen que tener claro los que llevan los hilos de un partido es que jugar a siete entradas, es jugar otro béisbol.
Más allá de las nuevas estrategias de pitcheo que esto conlleva, no se pueden olvidar dos cosas: hay que conseguir las carreras lo más temprano posible y los bateadores consumirán una o dos veces al bate menos durante el partido.
Esto lo cambia todo, por lo que confeccionar una alineación ofensiva es un todo un reto. La necesidad de que los mejores bateadores del conjunto tengan más comparecencias al plato permite una “licencia” para diseñar una nueva estructura en el orden al bate diferente a la tradicional, algo que desde hace unos años se está haciendo en las Grandes Ligas a pesar de mantenerse los partidos a nueve episodios.
Según mi criterio, no sería nada descabellado colocar a los mejores bateadores del equipo al menos “un paso adelante”, para garantizar más visitas a la caja de bateo y una producción de carreras lo más rápido posible.
Lo más importante es que nuestros jugadores y directivos mentalicen el nuevo desafío para que se adapten a este cambio antes de la competencia y no se improvise durante la marcha.
La mitad de los jugadores convocados, al igual que su cuerpo de dirección, llevarán la experiencia ganada en el pasado torneo panamericano en Centroamérica donde lograron la clasificación con una actuación meritoria. Eso es ya un punto a favor, pero todos saben que aquí el nivel aumenta y como he recalcado en otros textos, un porciento alto de los triunfos en el terreno en los tiempos modernos son producto de un trabajo de mesa efectivo. ¡Mucha suerte para los nuestros!
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Cuando se implantó el rally point, casi nadie tanto entre aficionados o especialistas estuvo de acuerdo. La desaprobación fue casi únanime. Hoy casi nadie recuerda aquel rechazo casi totalitario. Con el beisbol a 7 entradas, sucederá lo mismo. Podrá gustar o no (yo estoy a favor). Su implantación en nuestras Series Nacionales será beneficiosa, dado lo paupérrimo de casi todos los staffs de lanzadores. Internacionalmente, el Béisbol a 7 entradas podrá ser un importante aspecto en su proyección universal, y al ser necesario seguramente un menor número de lanzadores, (y por ende de integrantes o peloteros en cada Equipo ), esto podría ser un importante paso de avance en la batalla porque el Béisbol sea readmitido en entre los Deportes Olímpicos, al cumplir con el precepto de aportar un granito de arena en la lucha contra el gigantismo en los Juegos Olímpicos.