Para el relevo cubano de 4x400 metros femenino, llegar a la final de Tokio 2020 dejó de ser un sueño. En la semifinal uno, la cuarteta cubana que estuvo conformada por Zurian Hechavarría, Rose Mary Almanza, Shaily Diago Mesa Y Lisneidy Veitía, marcó crono de 3:24.04 minutos, para entrar segunda y acceder por directo a la discusión de las medallas.

Pero lograr ese registro no fue cosa de “coser y cantar”. El relevo cubano inició con Zurian Hechavarría, quien tuvo el quinto tiempo de reacción entre las ocho duplas presentes, e hizo el cambio en sexto lugar, con crono de 51.70 segundos.

Rose Mary Almanza corrió la segunda vuelta al óvalo en 50.87, para entregar en quinto puesto el testigo a Sahily Diago Mesa, quien hizo su tramo en 51.34 segundos, dejando la escena lista para que Lisneidy Veitía tratara de mejorar la quinta posición que tenían.

La criolla no se desesperó, calculó sus fuerzas a la perfección y atacó en el momento preciso, para en un final electrizante hacer el mejor tramo de la cuarteta, 50.13, y entrar en segunda posición. El tiempo general de las cubanas fue de 3:24.04 minutos, lo que constituye la mejor marca de la temporada. Por delante de las criollas en su heat, solo quedó la cuarteta de Polonia, que detuvo los relojes en 3:23.10 minutos, mientras Bélgica, que entró en tercer lugar con 3:24.08, fue la última de las clasificadas por directo de ese heat.

La semifinal dos, de donde salieron los otros cinco finalistas, fue dominada por Estados Unidos, con tiempo de 3:20.86 minutos, Jamaica en segundo puesto con 3:21.95, y Gran Bretaña, tercero con 3:23.99, registros todos que constituyen marca de la temporada. Las cuartetas de los países bajos 3:24.01, y Canadá, 3:24.01, pese a quedar cuarta y quinta respectivamente, lograron el pase a la final gracias a sus cronos, los cuales, dicho sea de paso, son mejores que el de las cubanas.

Ya lo impensable para muchos, está hecho. El relevo femenino de 4x400 de Cuba está entre los ocho grandes de los juegos Olímpicos de Tokio 2020. Ahora toca ver hasta dónde puede llegar una vez que se le incorpore Roxana Gómez, quien ha tenido un progreso impresionante durante estas lides, al lograr marca personal de 49.71 segundos, y no corrió en esta oportunidad para que llegase fresca a la final de los 400 metros femeninos, que debe correrse en la mañana de este 6 de agosto.

Yarisley octava en la pértiga

Foto: Roberto Morejón

Una guerrera de siempre, mujer de grandes momentos, esa es sin dudas Yarisley Silva, quien a pesar de ya no tener los resultados de antes, logró entrar en la final de la pértiga femenina, un evento que en esta oportunidad contó con 15 finalistas. Se trató de una competencia complicada desde la misma etapa clasificatoria, donde el agua hizo de las suyas y que no estuvo exenta de complicaciones este jueves.

En la final de la pértiga la varilla se puso a 4.50 metros, una altura para “calentar motores”, que sin embargo fue derribada por las siete primeras saltadoras de forma consecutiva, y que en total 10, no pudieron superar en el primer intento y que dejó fuera de competencia a dos saltadoras.

Foto: Roberto Morejón

Después, de forma poco usual, la varilla subió 20 centímetros hasta quedar a la altura de 4.70 metros y donde dijeron adiós a la competencia otras NUEVE saltadoras, dejando a cinco empatadas en el puesto ocho, entre las que se encuentra la cubana Yarisley Silva. Finalmente la competencia fue ganada por Katie Nageotte, de Estados Unidos, con 4.90 metros; segunda fue Anzhelika Sidorova, del Comité Olímpico Ruso, con registro de 4.85 metros, igual altura a la alcanzada por la británica Holly Bradshaw, ocupante del tercer lugar.

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