Ni siquiera los más osados se atrevieron a pensar que el luchador cubano Luis Alberto Orta se pudiera colar en la final de los 60 kilos de la lucha grecorromana en Tokio 2020. Mucho menos, que lograra vencer al local Kenichiro Fumita, quien llegó con una carta de presentación impresionante: doble campeón mundial.
Pero Orta no estaba dispuesto, después de derrotar de forma consecutiva a dos subcampeones mundiales, a bajar los brazos. El capitalino, salió en el combate por el oro como una tromba, siempre firme, halando fuerte, empujando a su rival hacia la zona de peligro, marcó el primer punto cuando logró sacar al japonés del área de combate. Después de esa acción volvieron al centro del colchón, el cubano se mostró más activo y el japonés recibió una pasividad.
El duelo se puso 2-0, pero Orta quería más, necesitaba más, estaba ante un rival local y debía poner tierra de por medio. Con Fumita en la posición de cuatro puntos Luis Alberto salió a por todo, y logró un desbalance para sumar otras dos unidades y concluir el primer periodo con ventaja de cuatro a cero.
En el tiempo conclusivo el muchacho de la Güinera no dio ni pidió tregua, y el único punto que cedió fue por una pasividad que le marcaron. Cómo respuesta, sacó una vez más a Fumita, para poner marcador definitivo de 5-1. Luis Alberto Orta Sánchez, el hombre que nadie había tenido en los cálculos para el oro olímpico, el muchacho de la Güinera en La Habana, le dio a Cuba la primera medalla de oro de Tokio 2020.
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¡Un luchador increíble, todo un guerrero! Estamos muy orgullosos de este resultado, que habla de sacrificios y de no amedrentarse antes rivales con mejores resultados. Nadie contaba con él, y nos dio la alegría de la primera medalla. Un orgullo para Cuba, y en especial para sus coterráneos de Arroyo Naranjo :)