En los 60 kilogramos de la lucha clásica, llegó una grata noticia para los de la Mayor de las Antillas, el habanero Luis Alberto Orta Sánchez se “coló” en la final olímpica, algo que no estaba en los pronósticos de nadie. El andar del capitalino en Tokio 2020 dio inicio con victoria de 5-0 ante el estadounidense Ildar Hafizov.
En su segunda salida, el cubano debió enfrentar, por el pase a semifinales, nada más y nada menos, que al representante del Comité Olímpico Ruso, el subcampeón mundial de 2019, Sergey Emelin. El criollo inició abajo, por marcador de 3-0, pero reaccionó rápidamente para terminar el primer tiempo inicial con empate a tres.
Llegó el periodo complementario, Orta salió a darlo todo y logró irse arriba por marcador de 4-3, diferencia que mantuvo contra viento y marea. De esa forma el criollo accedía a la semifinal, una instancia que en apariencias le iba a estar vedada y donde ahora tendría por rival al moldavo Victor Ciobanu, quien es subcampeón mundial de 2018.
El habanero inició activo, sin respeto ante el historial de su rival. Y logró marcar tres puntos en el primer tiempo. En el segundo periodo del combate arreció sus ataques. Sabía que estaba adelante y que podía intentar ampliar la ventaja y puso el pie en el acelerador.

Logró un pase atrás y un desbalance para asegurar otros cuatro puntos. Ciobanu se vio desesperado, supo que se le escapaba la posibilidad de acceder a la discusión del título, intentó una proyección de lujo, el cubano contraatacó, y consiguió una proyección que le valió cuatro puntos más, para poner el marcador a 11-0 a su favor. Es el fin de la historia, Orta ganó por superioridad y ahora irá en busca del oro.
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