Llegó el momento de la verdad para los saltamontes cubanos, el ahora o nunca para intentar llegar a la final del salto largo masculino en Tokio 2020. El primero en abrir la ronda de clasificación en el grupo B fue el cubano Juan Miguel Echevarría quien demostró haber llegado a la competencia en una forma envidiable.
Solo un salto necesitó el criollo para vencer los 8.15 metros que se pedían para clasificar por directo a la final, al lograr estirón de 8.50 metros, consiguiendo con ello su mejor marca de la temporada, al tiempo que lanzaba una clara advertencia al resto de la competencia.
En ese mismo grupo, su compatriota Lester Alcides Lescay Gay no logró incluirse en la final, al realizar un primer salto de solo 7.69 metros, fallar en su segunda oportunidad, y marcar apenas 7.63, en su último estirón.
En ese mismo grupo B, uno que estuvo a punto de no acceder a la final fue el campeón mundial Tajay Gayle, quien cometió falta en su primer intento e hizo un pésimo segundo salto de 6.72, donde se lesionó su pierna izquierda. Con la pierna vendada y evidente dolor, el jamaiquino logró, en su última oportunidad, estirarse hasta 8.14 metros, y conseguir así el pase a la a la discusión de las medallas, falta ahora ver si logra recuperarse del todo para la final.
Mientras eso sucedía en el grupo B, en el A el cubano Maykel Massó hizo un primer salto de 8.07 metros, su mejor registro de la jornada, con el cual consiguió incluirse en la final. De esa forma, Cuba tendrá dos de sus tres saltamontes en la discusión de las medallas del salto largo masculino.
Sin embargo, nada es perfecto. Rose Mary Almanza, en quien muchos tenían esperanzas de verla en la final de los 800 metros, no tuvo una buena carrera, y con crono de 1.59.65 entró en el cuarto puesto de su heat clasificatorio para de esa forma despedirse de la competencia.
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