Nada fácil resultó para la cubana Kaliema Antomarchi su debut en la categoría de 78 kilogramos del judo femenino de Tokio 2020. Ante ella tenía a una rival complicada, la croata Karla Prodan, quien con 22 años ya se había conquistado, entre otras medallas, el Campeonato Mundial de Cadetes, en Sarajevo 2015, bronce en el Campeonato Europeo Cadete U18, en Sofía 2015; plata en el Campeonato Mundial Juvenil en Nassau, Bahamas, 2018; y plata en el Campeonato de Europa Sub-23, en Porec, 2020.

Desde el inicio ambas intentaron la proyección. La cubana fue la primera en recibir un shido, después un segundo. Obligada a atacar más, logró le marcaran uno a su rival antes que llegase el final del tiempo reglamentario. 

Kaliema contra Madeleine Malonga. Foto: Roberto Morejón

Las cosas estaban complicadas para la criolla, no podía dar margen a las dudas, una nueva amonestación y le diría adiós a Tokio. Justo cuando el reloj marcó los 25 segundos del tiempo adicional, Kaliema logró el punto de oro, gracias a waza-ari mediante un soto-makikomi.

A segunda hora, ya en cuartos de final, la cubana se enfrentó a la francesa Madeleine Malonga, una contraria a la cual nunca había podido vencer en sus tres encuentros anteriores, y que además ocupa el primer lugar del ranking. Pero la criolla no estaba dispuesta a ceder esta vez y le plantó cara a su rival.

Desde el mismo inicio se vio el respeto que ambas se tienen, al punto que la juez le marcó una pasividad a cada una. Ambas rivales se “pusieron las pilas” y comenzaron a tirar más. Pero lograr un agarre era complejo. A 1.25 minutos del final la francesa logró un waza-ari y tomó ventaja.

.Enfrentamiento contra Karla Prodan. Foto: Roberto Morejón

Parecía que la historia se volvería a repetir, que Kaliema caía de nuevo. Sin embargo, la cubana no se rindió y 48 segundos antes de finalizar el tiempo reglamentario, empató las acciones.

Así llegaron al punto de oro, donde comenzaron demasiado recelosas, sin atacar y ambas recibieron un nuevo shido. Ahora era el momento del todo o nada. Ambas buscaban con insistencia la proyección, ambas evitaban una tercera amonestación. Tras varios ataques, y tras 5:30 minutos de combate, la francesa logra la proyección, y con ello, su cuarta victoria sobre Antomarchi, y el pase a semifinales.

En busca del bronce 

Llegó las 4:00 a.m., hora de Cuba, Kaliema volvió a salir a combatir, ahora buscando el pase a la discusión del bronce. Su rival en ese momento, la holandesa Guusje Steenhuis. Comienzan fuerte, la cubana se sale del tatami y recibe un shido. Intenta con más intensidad, ya lleva dos tiempos extras.

La cubana Kaliema Antomarchi comenzó con el pie derecho su andar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020

No se marcan nada. Ya en el tiempo, la cubana anda con dos amonestaciones, la holandesa, uno. La criolla no puede equivocarse y con dos amonestaciones en su contra, la proyección mediante un Harai-makikomi.

Por fin, el momento de la discusión del bronce. Ahora su rival es nada más y nada menos que la campeona del mundo, la alemana Anna-maría Wagner. Ambas mujeres ansían la presea, ambas van a por todas.

Contra Karla Prodan. Foto: Roberto Morejón

El combate se torna difícil, desde el primer momento comienzan ataques y contraataques. Una y otra vez vuelven a combatir, y nada. Ninguna cede. La alemana tira fuerte, con técnica de uchi-mata mueje a la de la Mayor de las Antillas, marca waza-ari. Eso es todo, la alemana está sin penalizaciones, y baja el ritmo. Kaliema sigue intentando una y otra vez, el reloj es su enemigo, intenta una proyección, pero su rival se vira a tiempo, nuevamente no hay nada.

Suena el gong. Todo ha terminado, Kaliema se quedó a las puertas de una presea olímpica, pero vendió su derrota bien cara al caer ante la actual monarca mundial. Nada que criticarle, ha sido todo entrega. Yo, al menos, me quito el sombrero ante ella en señal de respeto.

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