Cuando el próximo 23 de julio se encienda el pebetero en el Estadio Olímpico de Tokio y queden inaugurado los juegos múltiples estivales, una bella muchacha de 29 años nacida en San Miguel del Padrón estará representando a la capital y a Cuba entera en el difícil deporte de Pentatlón Moderno.

Con un palmarés que incluye la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Lima que le sirvió para convertirse en la primera cubana en subir a un podio continental en la historia de este deporte, Moya estará por segunda ocasión en una cita bajo los cinco aros.

Ganadora de un cuarto lugar en la Copa del Mundo de este año en el relevo mixto con su compañero Lester Ders (otro capitalino presente en la ciudad nipona), la atleta habanera lleva la misión de superar la mejor actuación individual de la Mayor de las Antillas en estas citas, lograda por Yaniel Velázquez en Beijing 2008 al quedar ubicado en el lugar 15.

Su historia está llena de sacrificios desde que comenzó muy pequeña en la natación y burló el destino con fórmulas individuales donde la tenacidad y la capacidad de hacer polvo las adversidades, han sido los ingredientes secretos de su triunfo.

Lograr una buena actuación en este deporte tan complejo, donde además de las excelentes condiciones físicas y mentales hay que lidiar con las carencias y las dificultades para realizar un entrenamiento de rigor, es una tarea muy difícil bajo las circunstancias que vive actualmente nuestro país.

Me motivó practicarlo por la variedad de deportes que hay en él. El hecho de tener cinco especialidades en una sola puede ser muy motivante. A mí me gusta mucho lo que hago, me encanta entrenar y cumplir las metas que me ponen los entrenadores y adoro las competencias”, me confesó en una entrevista que le hice el año pasado.

Según cuentan, este deporte surgió de una historia del siglo XIX cuando un oficial de caballería francés fue enviado a entregar un mensaje y para completar su misión tuvo que cabalgar, batirse con la espada, disparar, nadar, y correr; cinco disciplinas que tienen que vencer hoy en un solo día los atletas para luchar por un puesto en el podio.

Realizar combates de un minuto contra todos los oponentes, nadar en estilo libre 200 metros, montar un caballo desconocido sobre un circuito de salto en un tiempo reglamentario sin incurrir en penalizaciones, y luego correr 800 metros para completar cuatro circuitos de tiro con cinco dianas a 10 metros en 50 segundos utilizando una pistola láser; es un reto a la concentración y a la forma deportiva de los deportistas.

Por eso, esa muchacha de nombre musical que ha tenido que renunciar a tener una vida normal como cualquiera para crear una rutina diaria de entrenamiento que la mayoría de los mortales no estaría dispuesto a hacer, merece el respeto y el aplauso de todos desde el mismo momento que consiguió con su esfuerzo y entrega al deporte, su boleto olímpico para representarnos este verano en la tierra del sol naciente.

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