La COVID-19, trastocó la vida de las personas en el mundo. Muchos sueños se aplazaron, sin saber hasta cuando; otros, como los Juegos Olímpicos de Tokio, ya tienen fijada una nueva fecha. La Educación ha sido uno de los sectores donde el impacto de la pandemia se ha dejado sentir con mayor fuerza.
Centros educacionales cerrados, búsqueda de nuevos métodos para mantener las clases y la incursión de los profesores en otras funciones, han sido algunos de los cambios que ha experimentado este sector. Tanto en el Deporte, como en Educación, muchos planteles han aprovechado el tiempo para hacer reparaciones que antes no pudieron, o continuar con aquellas que ya habían comenzado.
Tal es el caso de la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar (EIDE) Mártires de Barbados, que en la actualidad funciona como Centro para Positivos Antígeno y para Positivos de Bajo Riesgo, mientras continúan con las labores de mantenimiento de sus redes sanitarias. Para conocer sobre lo que allí está ocurriendo, Tribuna de La Habana conversó con su director, Ricardo Montes Gamboa, en esa función desde el 1 de enero de 2019.

Sobre sus inicios como director en la EIDE, donde tuvo que enfrentarse a un serio proceso de reparación y el actual accionar de la escuela como Centro para Positivos Antígeno y para Positivos de Bajo Riesgo, comenta Montes Gamboa: “desde que empezamos en esta escuela, el Gobierno, el Partido y todas las autoridades, aprobaron una reparación total de la EIDE, planificada para cinco años. Comenzamos habilitando el puesto médico, que estaba totalmente deteriorado. Esa obra se concluyó y hoy sirve para el personal de Enfermería de la COVID-19, y para atender a los pacientes.
“También ganamos un espacio en la enseñanza primaria, para sacar a los estudiantes que estaban mezclados en la torre uno, y pasaron a un centro donde tienen mejores condiciones, con sala de recreación, sala de juegos y dormitorio. Se trabajó en el área de la cocina, que era muy vulnerable; se compró una cámara de congelación profunda que ya está instalada, y seguimos laborando en las obras de los dormitorios, donde pudimos reparar toda la hidrosanitaria en los dormitorios uno y cuatro, que ahora mismo están en función de la COVID-19, con una capacidad para 126 pacientes, 54 en la torre uno y 72 en la cuatro, que es la capacidad con que cuenta el centro de aislamiento.
"En estos momentos continuamos trabajando en los restantes bloques, de forma que no hemos parado con las acciones en los objetos constructivos que tenemos. Contamos con el presupuesto de reparaciones, mantenimiento e inversiones para seguir con las obras, tanto aquí adentro, en el centro rector, como en las escuelas externas. También estamos realizando una reparación capital, en la base náutica que está en Santa Fe”.
¿Cómo está distribuida la tripulación?
- Aprovechando que habíamos reparado la parte de primaria, la tripulación que no es médica, está ubicada en el área de primaria, mientras la tripulación médica está en el área de enfermería, que tiene varios locales donde pueden pernoctar los médicos y las enfermeras.
¿Qué funciones están realizando los trabajadores de la EIDE, hay alguno fuera del centro por ser vulnerable?
- Tenemos tres tripulaciones de 42 trabajadores, conformadas, en la parte médica, por tres doctores, tres enfermeras y tres vigilantes; el resto se dividen, en el jefe de la tripulación, personal de limpieza, pantristas, roperos, enlaces y los cocineros, estos últimos divididos en dos turnos de 10 personas cada uno. La mayoría de estos pertenecen a la EIDE. También recibimos apoyo con personal del Cotorro de sus áreas deportivas y de los combinados que ellos tienen. Los compañeros que son vulnerables, y que no pueden tener acceso a la zona roja, están haciendo guardia en el centro, y otros están prestando servicios en otras entidades del deporte.
¿Cuáles son las funciones del personal médico dentro de la zona roja?
- Ellos ven pacientes, toman temperatura, prestan servicios de consulta, clasifican los pacientes que entran a la zona roja, y mantienen contacto con las mesas coordinadoras, para establecer cualquier situación con algún paciente que pueda presentar un caso más crítico, y sacarlo rápidamente hacia los hospitales que atienden estos casos.
“En un inicio comenzamos como Centro de Contacto. Aquí venían contactos para aislar a las personas que estaban en la calle propagando la enfermedad. Pero ahora pasamos a Centro de Positivo Antígeno y a Centro de Positivo Bajo Riesgo, lo que aumenta el nivel de responsabilidad con los pacientes”.
¿Funciones del personal fuera del área roja?
-Ese personal debe coordinar con las mesas coordinadoras, tanto provinciales como municipales, todos los aseguramientos materiales y humanos que se necesitan, así como cualquier situación que se dé con la transportación del Nasalferón y los PCR.
¿De dónde es el personal médico con que cuentan?
- Está cubierto con personal de Medicina deportiva de la provincia de La Habana y ahora tenemos apoyo de dos enfermeras, una de Las Tunas y otra de la capital, de San Miguel del Padrón. En la nueva tripulación que entre estamos esperando incrementar los médicos, hasta llegar a cuatro, y más enfermeras, porque a la vez que hay pacientes positivos, hay que atenderlos más sistemáticamente.
“En el caso de los positivos antígenos, tratamos de clasificar los positivos antígenos en la torre uno, y los que ya son positivos, en la torre cuatro, que se encuentra más cercana a la Enfermería, para que los médicos tengan mayor acceso a los positivos”.

¿Reacción de los pacientes una vez que llegan al centro, cuándo le dicen que es positivo, y cuándo le dicen que es negativo?
- Cuando es positivo es lamentable y chocante, porque muchas veces no saben ni cómo lo cogieron. Cada vez que se les da un positivo a los pacientes, es triste, tanto para los pacientes, como para los médicos. Y por supuesto, es una alegría cuando un paciente sale del centro, ya sano, que no tiene ninguna enfermedad y no se la pegó a nadie de la familia. Ellos salen contentos, y reciben aplausos y felicitaciones por todo el esfuerzo que se hace.
“Aquí tenemos dos compañeros que prácticamente se bajaron del avión, se les planteó la necesidad que teníamos de cubrir la tercera tripulación, y se incorporaron rápidamente”.
¿Cómo acogió el personal de la EIDE esta misión?
- Desde el inicio del trabajo constructivo, al ver que teníamos áreas para asumir la pandemia en un momento determinado que empeorara, ya nosotros estábamos como consejo de dirección y nos fuimos preparando para ello, tanto psicológicamente, como al personal.
“No fue algo impuesto, sino algo que queríamos hacer. La escuela quería estar a la altura de lo que estaban haciendo otras EIDE del país, que ya habían dado el paso al frente. Para nosotros, esta tarea es nuestra misión en este momento, es nuestro Moncada, nuestro Girón, nuestra Angola. La EIDE de La Habana, que siempre ha sido vanguardia en su función estatal, que es el deporte, donde siempre hemos alcanzado el primer lugar en los Juegos Escolares, no podíamos quedarnos fuera de esta tarea”.

La EIDE lleva cerca de un año sin hacer sus funciones como tal ¿cómo tendrían planificado un reinicio de curso, teniendo en cuenta los rendimientos de los atletas, el tiempo que llevan fuera del centro y las nuevas captaciones?
- Aunque no estén los estudiantes, seguimos pensando en todo el proceso, primero para terminar docentemente el curso escolar 2021-22. Tenemos contacto directo con el Ministerio de Educación y recibimos videoconferencias por el INDER donde nos dan las indicaciones para el aseguramiento técnico material del curso que entra y cómo terminar el que estamos pasando.
“Para nadie es un secreto que no hemos podido implementar el curso completo, y los entrenamientos mucho menos. Ahora entramos en un proceso de baja de continuantes, donde cada uno de los entrenadores llevan al detalle quienes son los muchachos que van a continuar con nosotros y quiénes no.
“Este proceso de baja y continuantes, lleva el requerimiento que se va a hacer en la dirección provincial de deportes, bajo la tutoría y la acción de todos los comisionados. Va a ser complejo, porque llevamos dos años sin juegos escolares, y la mayoría de los estudiantes entraron en primer año, por supuesto no pueden causar baja, porque no pudieron demostrar todas sus habilidades y capacidades. También tenemos Atletas de Perspectiva Inmediata (API), que pasan a los juveniles, y todo esto está siendo analizado y seguido directamente por las comisiones, tanto provinciales como nacionales”.
Ver además:
La tercera tripulación no era de 42 personas solo éramos 23 y cambiamos de sospechosos y contactos a positivos de antígeno a mínimo riesgo de positivos con gran amor y entusiasmo trabajamos sin parar hasta el último momento
La verdad que la tercera tripulación "Abdala" integrada por trabajadores de la EIDE y de algunos combinados deportivos del Cotorro y Regla fue la primera en trabajar con pacientes positivos en el test de antígeno, donde mas de 80% de las pruebas PCR que se hacían diariamente resultaban positivas y con tremendo amor y esmero asumos el reto brindando un servicio de excelencia, eso quedo reflejado el dia de la despedida cuando los pacientes nos aplaudieron durante varios minutos sin detenerse, cosas como esas nos llenan de orgullo y satisfacción. Con menos cumplimos satisfactoriamente
Agradecido por haber cumplido satisfactoriamente el deber y la bella labor de ayudar a otros que necesitaban de nuestro apoyo. La tripulación #3 "Abdala" cargada de juventud y de experiencia asumió la tarea con mucho entusiasmo y entrega algo cortos de personal, pero eso no disminuyo la calidad y eficiencia de su trabajo. Eso quedo evidenciado el dia en que los directivos del centro nos realizaban un emotivo reconocimiento y para nuestra sorpresa los pacientes desde sus ventanas nos aplaudieron durante varios minutos. De eso se trata la verdadera labor humanitaria que realizamos durante esos 14 días y nos llevamos a casa la satisfacción de haber atendido con amor a cada persona que atendimos