La irrupción de la tecnología y, en particular, de los teléfonos inteligentes y las múltiples aplicaciones de mensajería instantánea, ha transformado radicalmente nuestra manera de comunicarnos. Cada vez son más las personas que admiten preferir el envío de mensajes de texto frente a las llamadas telefónicas.
Este cambio en los hábitos comunicativos también ha influido en la evolución de la escritura cotidiana.
Es habitual acompañar los mensajes con los populares emojis: pequeños iconos visuales que expresan emociones, ideas u objetos y que, en muchos casos, llegan incluso a sustituir palabras. Sin embargo, su uso no está exento de normas y la Rae se ha pronunciado al respecto, resolviendo algunas de las dudas más frecuentes.
Una de las preguntas más comunes es si es correcto utilizar estos símbolos gráficos en la escritura. La Rae aclara que su uso es admisible en contextos informales o de carácter privado, aunque no resulta adecuado incluirlos en documentos institucionales o formales.
Asimismo, subraya que, cuando se utilicen, debe procurarse que su presencia no empobrezca el uso de la lengua. Aunque reconoce que los emojis pueden subrayar o matizar un mensaje añadiéndole expresividad, recuerda que no forman parte del lenguaje propiamente dicho y, por tanto, su inclusión debe evitar interferir con los signos de puntuación o generar ambigüedades. ¿Cómo se usan correctamente?
En este sentido, cuando el emoji se refiere a todo el mensaje, debe colocarse después del signo de cierre de la última frase, sin necesidad de añadir un punto tras él. Por el contrario, si el emoji alude únicamente a un enunciado específico dentro del texto, lo más adecuado es situarlo justo antes del signo de puntuación de ese enunciado, para que no dé la impresión de que modifica al que le sigue.
Si el emoji aparece en el interior del enunciado y coincide con un signo de puntuación, debe ubicarse delante del mismo. Además, cuando se utiliza en lugar de una palabra concreta, los signos de puntuación deben mantenerse como corresponda. En estos casos, la Rae desaconseja repetir el término representado por el emoji, ya que ello constituiría una redundancia innecesaria.
Finalmente, la institución lingüística señala que cuando se usen varios emojis consecutivos, ya sea para expresar pluralidad o para intensificar la emoción que se desea transmitir, no deben separarse por comas ni por ningún otro signo de puntuación. Ejemplos: Hoy me siento muy feliz Estoy un poco cansado después del trabajo Vamos al cine esta noche Acabo de terminar de entrenar Hace mucho calor hoy Está lloviendo sin parar Amo la pizza con mucho queso Esta mañana desayuné panqueques Ya quiero ir a la playa este fin de semana Mi sueño es conocer Japón.
Otras informaciones:
¿Cuáles usar e, he y eh según la Real Academia Española (RAE)?