Cuando el verbo escapar se usa en el sentido de quedar fuera del dominio, comprensión o influencia de alguien o algo, es un verbo intransitivo que se construye con un complemento con a. Ejemplos: El monto de la cuenta escapaba a la capacidad económica. El informe escapaba al entendimiento de los presentes en la reunión. El hombre no puede escapar a las catástrofes naturales. Nadie puede escapar a la lógica.

Sin embargo, cuando no tiene este sentido, sino otro como salir de un encierro o un peligro, sí rige la preposición de. Ejemplos: Un preso peligroso escapó de la prisión. Los pasajeros del vehículo escaparon de una muerte segura. Los autores de tales delitos no puedan escapar de las manos de la justicia.

Se recuerda además que, para estas dos construcciones del verbo escapar, es adecuado el uso pronominal.

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