El síndrome de la boca seca (xerostomía): en las personas con avanzada edad, por lo general, se debe al consumo de medicamentos, pero también es una de las consecuencias que provoca el síndrome del respirador bucal. La falta de saliva produce sequedad y esta facilita la aparición de caries, la enfermedad periodontal y el mal aliento.
Mal aliento, enfermedad periodontal y caries: el SRB provoca que la boca esté menos húmeda, lo que impide la autolimpieza de la saliva y facilita el desarrollo de las bacterias y de las caries, enfermedad periodontal y halitosis.
Maloclusiones dentarias: esta es la causa más común que deja este síndrome. Las personas que lo padecen suelen respirar colocando la lengua en una posición baja y los labios entreabiertos para dejar pasar el aire. Al no sellar los labios, interponen la lengua y provocan inconscientemente una mordida abierta anterior.

Insomnio

Asimetría facial: al respirar por la boca la persona tiende a masticar solo por un lado de la boca, ya que si lo hace por los dos no tendría suficiente espacio para respirar y se atoraría con la comida. Este mal hábito puede desencadenar una asimetría facial, dado que la actividad muscular es mayor en el lado de la masticación.
Alteración en posturas de cabeza, cuello y cuerpo: cuando se respira por la boca, se suele presentar una posición más avanzada de la cabeza, lo que supone una sobrecarga de los músculos de la espalda y el cuello.
Trastorno del sueño: algunos de los trastornos del sueño producidos por respirar por la boca son los ronquidos, el insomnio, el síndrome de hiperventilación o los terrores nocturnos. Estos casos pueden desencadenar apnea del sueño.
Bajo rendimiento: la incorrecta proporción de oxígeno y otros factores hormonales pueden producir que los niños sufran sobrepeso, cansancio o un rendimiento bajo durante el día.
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