Según las conclusiones del equipo del Instituto de Medicina Karolinska, de Suecia, que llevó a cabo los experimentos con representantes de diferentes culturas y grupos con estilos de vida completamente dispares han demostrado que la mayoría de los participantes del estudio prefieren el mismo aroma: el de vainilla.

El estudio involucró a 235 voluntarios de nueve países diferentes de diversas culturas, costumbres e historias, además de proceder de ámbitos muy dispares y tener niveles de ingresos diferentes, entre otros aspectos.

Artin Arshamian, investigador del Departamento de Neurociencia Clínica del Instituto Karolinska, comentó:  "Queríamos averiguar si las personas de todo el mundo tienen la misma percepción del olor y si depende de la cultura", "tradicionalmente se ha pensado que depende de la cultura, pero pudimos demostrar que no es así", finalizó.

Los participantes identificaron el olor a vainilla como el más agradable, seguido del de butirato de etilo, que huele a durazno. El olor que la mayoría de participantes consideró menos agradable fue el de ácido isovalérico, que se puede encontrar en muchos alimentos, como el queso, la leche de soja y el jugo de manzana, pero también en el sudor de los pies.

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