Según informa la agencia AP, un mosaico que formó parte de una embarcación mandada a construir por el emperador romano Calígula por el año 40 d. C., y que terminó como mesa de café en un hogar neoyorquino tras ser saqueado en circunstancias desconocidas, encontró su hogar definitivo en un museo naval italiano después de que lo recuperaran las autoridades europeas.

El paradero de la valiosa obra permaneció desconocido durante muchos años hasta 2013, cuando dos de mujeres la reconocieron tras ver una fotografía de la obra durante una conferencia y firma de libros del experto en mármol y piedras Dario Del Bufalo.

"¡Este es el mosaico de Helen, este es el mosaico de Helen!", exclamó la pareja al reconocer el mosaico que había servido como mesa de café desde hacía más de 40 años en el hogar de Helen Fioratti, la anticuaria que lo adquirió en la década de 1980 sin conocer su verdadero valor histórico.

El mosaico atestigua lo importantes y lujosos que eran estos barcos imperiales, eran como edificios. 

(Con información de Russia Today)

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