Jeffrey Baumgardner, de la Universidad de Boston, declaró a The New York Times que la intensidad de la cola de sodio, emitida por la Luna y que envuelve a la Tierra durante varios días cada mes, depende de los meteoritos que bombardean el satélite.
Al observar la cola durante varios años, Baumgardner y sus colegas determinaron que las partículas de sodio se liberan como resultado de varios tipos de influencias, siendo la más importante la exposición del satélite a los meteoritos.
Cámaras ultrasensibles lo pueden registrar como un resplandor anaranjado muy tenue —de hecho, 50 veces más débil que el que puede notar el ojo humano— en el cielo. Sin embargo, hasta hace poco no se podían explicar los cambios en la potencia del flujo.
El propio Baumgardner confiesa que, en cuanto a las aplicaciones prácticas del hallazgo, probablemente no las tiene y dice que el estudio es fruto de la curiosidad. Al mismo tiempo, indica que la cola de sodio permite pensar en el satélite desde una nueva perspectiva.
Señala el investigador que "hace que la Luna parezca un cometa. Tiene una corriente de cosas que salen de él".
Fuente: Russia Today
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