La noticia estremece. Recordarlo revitaliza lo aprendido durante años de una profunda huella de sabiduría en varias generaciones. No puede definirse la vida de Tomás Fernández Robaina (1941-2024), sin el vínculo que lo definió como académico e investigador, de su “casa verdadera”, la Biblioteca Nacional José Martí, en la cual trabajó desde 1962.
Licenciado en Información Científico-técnica y Bibliotecología, 1980, es autor de imprescindibles obras re
lacionadas con la identidad de la nación y el color cubano: Recuerdos secretos de dos mujeres públicas (1984), Bibliografía de bibliografías cubanas (1985), El negro en Cuba: 1902-1985 (1990), Hablen paleros y santeros (1994, 1ra. ed.), Historias de mujeres públicas (1998), Apuntes para la historia de la Biblioteca Nacional (2001), entre otros. Impartió cursos de pre y postgrado en Cuba, los Estados Unidos, Nigeria y Guadalupe, además de conferencias en México, Venezuela, Alemania, España, Colombia, Martinica y Canadá.
Así lo recordamos en Tribuna de La Habana, a quien resultó un excelente aliado, guía, consultor y
compañero de una manera silenciosa, pero tan profunda como la voz que no se apaga.
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