Confieso que el espectáculo del Teatro La Edad de Oro superó mis expectativas. Sabía del gran talento de David Romano León, pues lo conocía desde hace años atrás. Incluso, lo había visto actuar recientemente, pero cuando se abrió el telón la tarde de este viernes, ocurrió algo diferente, la sala se inundó de magia, en todos los sentidos.

David junto al payaso Chacharrito. Foto: José Valles Riberón

David es un joven con Síndrome de Down (SD) que acaba de cumplir 20 años y los festejó con el espectáculo infantil: David y la Patrulla Canina en La Habana, con el cual celebró sus 10 años de vida artística. Como invitados especiales estuvieron: Lidis Lamorú, el Mago Lázaro, y los payasos Cacharrito (Leduan Cert Oquendo) y Ejebiela (Lester Malcolm Tejeda), director artístico.

Carlos González, director de Hilos Mágicos, presenta el espectáculo. Foto: Vladimir Zúñiga Alaminos (Proyecto Palomas ICAIC)

El espectáculo estuvo lleno de amor, alegría y profesionalidad. La presencia de los artistas engrandeció la tarde, pero sin dudas el protagonista de la fiesta fue David, quien hizo gala de sus grandes capacidades artísticas con gran prestancia y seguridad en el escenario. Es notable los años de estudio y preparación.

A la izquierda el payaso Ejebiela (Lester Malcolm Tejeda), director artístico del espectáculo y actual maestro de David. Foto: José Valles Riberón

Trayectoria artística de David

Aunque David es un joven con necesidades educativas especiales, esto no ha constituido un impedimento para luchar por su sueño de ser artista, lo cual ha logrado gracias a su constancia, y el apoyo de su familia y varios maestros con los que ha contado en este camino.

David junto a su mamá Zeida. Foto: Cortesía de la familia

Su principal motor impulsor ha sido su mamá, Zeida León, quien hace algunos años me rememoraba: “Durante el embarazo no me detectaron que era SD, lo que solo supe cuando nació. Al mes no crecía ni aumentaba de peso, estaba desnutrido. Al investigarlo detectaron que tenía un problema del corazón. Pasó un año, y lo único que hacía era levantar la cabeza. Nunca logró hacer más nada hasta que al año de nacido lo operaron a corazón abierto.

“Luego comenzamos la fisioterapia y a los tres años logró caminar. Fue un momento de mucha incertidumbre, pues no sabíamos hasta dónde podía avanzar. Tuve que dejar de trabajar. Después estuvo en un círculo infantil de enseñanza especial, en la Escuela Especial Camilo Cienfuegos de Lawton; y luego transitó por la enseñanza regular”.

Actualmente ya no asiste a la escuela, por su edad, pero nunca deja de practicar. Su familia siempre ha sido muy perseverante; desde pequeño lo llevaban todos los fines de semana al teatro que lo acogió esta tarde para ver a la Compañía Hilos mágicos. Desde entonces soñaba con trabajar con los titiriteros.

Un apoyo crucial ha sido su hermana Mónica Ríos León, quien es su correctora de estilo y su más ferviente crítica de arte. Siempre ha garantizado cada vestuario y accesorio de magia, y de actuación, que David regala al público con su elegante presencia. Su imagen escénica es fruto de ese amor de hermana que nunca le faltó y que cada día crece más, junto al orgullo de saber que su hermano creció y convirtió en frutos todo su esfuerzo.

David junto a Lidis Lamorú, su abuela Amini y el payaso Cacharrito. Foto: José Valles Riberón

Su abuela Amini Arafet Martínez también ha sido un faro para David, sin ella y su abuelo Pedro Denis León Fajardo no hubiera sido igual. Ellos y Zeida están muy agradecidos del artista Ángel Ernesto García Brito (Loquitín), director de la Compañía Lokimundo, quien fue su primer maestro y lo incorporó en su grupo al percibir su talento, disciplina y entusiasmo.

En su desarrollo artístico inicial también influyó su incorporación en la Sociedad Monterroso de baile español, y en la Colmenita de Diez de Octubre.

Premio obtenido en el XVI Festival Internacional de Circo Infantil y Juvenil de La Habana. Foto: Cortesía de la familia

Ha participado en numerosas actuaciones y tres concursos, donde ha resultado premiado. En 2013, con 10 años, participó en el Festival Cultural Municipal "Talia", donde ganó el Primer Lugar con la obra de pantomima “Cazando Mariposas”, junto a Laura Polo Góngora, también con SD. Eran un dúo y su instructora de arte era Tania Arencibia.

En Agosto de 2018, con 14 años, en el Concurso de Hilos Mágicos "El Artista soy yo" ganó el Primer lugar en la modalidad de marionetas. Y en Julio de 2023, con 19 años, obtuvo el primer lugar en el XVI Festival Internacional de Circo Infantil y Juvenil de La Habana, como Mago Ilusionista.

Mago Lázaro y Payaso Ejebiela. Foto: Vladimir Zúñiga Alaminos (Proyecto Palomas ICAIC)

Durante su trayectoria artística, ha contado además con la guía y apoyo del mago Lázaro, perteneciente a la Agencia Actuar y Caricato. También es esencial en su desarrollo, su actual maestro Lester Malcolm Tejeda, payaso y mago del Circo Nacional de Cuba.

David junto a la cantautora Lidis Lamorú y una marioneta que representa a la artista. Foto: José Valles Riberón

A su vez, “la cantautora Lidis Lamorú lo guía y apoya en sus proyectos artísticos. Ella es su Ada madrina en su proyección profesional. Sus canciones y su música han influido de manera determinante en su formación artística. Su presencia en su vida ha sido un sueño realizado; David es el fanático más afortunado del mundo porque ha tenido la oportunidad de que su cantante preferida le cante sus canciones, y lo mime cuando ha estado enfermo.

“David se inspira en sus canciones para crear obras con sus títeres, y el contenido didáctico de sus creaciones ha influido de manera significativa en su formación como ser humano”, reconoce conmovida y muy agradecida su mamá.

Muy importante ha sido el cuidado de sus doctoras urólogas Isel Vera y Rosario Calviac. Ellas siempre han estado al tanto de su salud, y han sido un pilar significativo para la familia. “A ellas agradecemos la esmerada atención que han tenido con David, la sensibilidad con que lo han tratado y la disposición a atenderlo en momentos difíciles de su salud, fuera y dentro del hospital”, expresa Zeida.

Esta tarde el público acogió muy bien a David, porque sin duda se lo merece; tantos años de esfuerzo y práctica no han sido en vano. Fue grande la euforia y alegría que provocó en el teatro. Percibo que eso lo hace sentir orgulloso de sí mismo y muy feliz.

Su madre confía en que podría llegar a ser un profesional, y que con el apoyo necesario pudiera trabajar como cualquier ser humano. Pero mientras tanto, para ella lo más importante es que sea feliz y que haya logrado cumplir su mayor sueño.

David manipula una marioneta. Foto: Vladimir Zúñiga Alaminos (Proyecto Palomas ICAIC)
David en un acto de magia. Foto: José Valles Riberón
Foto: José Valles Riberón
David celebra sus 20 años junto a su mamá. Foto: Cortesía de la familia
Foto: Vladimir Zúñiga Alaminos (Proyecto Palomas ICAIC)
Artistas que participaron en el espectáculo. Foto: Vladimir Zúñiga Alaminos (Proyecto Palomas ICAIC)

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