El Coloquio del XXXV Festival de Música Contemporánea de La Habana inició este 31 de octubre en la Sala Villena de la Unión de Artistas y Escritores de Cuba (UNEAC), donde músicos, estudiosos e interesados en la materia se dieron cita en este espacio de presentaciones e intercambios que finalizó el pasado 1ro de noviembre.

Con un magistral concierto en la Basílica Menor del Convento de San Francísco de Asis, inició el evento, seguido de un llamado desde la UNEAC, en palabras del maestro Guido López Gavilán, músico, compositor y director de orquesta cubano, Premio Nacional de Música de Cuba y miembro del Colegio de Compositores Latinoamericanos de Música de Arte, al cese del genocidio contra el pueblo palestino y el fin del conflicto en la Franja de Gaza.

La primera jornada del Coloquio contó, durante la Conferencia por los 45 años del Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana (CIDMUC), con la ponencia «45 años del CIDMUC, contribuciones al estudio y difusión de la música contemporánea» y el panel «Intérpretes-gestores para la música contemporánea», con destacados músicos y musicólogos.

Este prestigioso centro, que tiene como misión desarrollar investigaciones que aporten información y conocimiento sobre la música cubana, que reafirmen su identidad propia, como uno de los valores fundamentales de la cultura nacional. Como visión, busca crear los campos propicios para el desarrollo de las investigaciones musicales, que generen cambios hacia niveles cualitativamente superiores en la apreciación, conocimiento y disfrute de la música cubana, así como en su proyección internacional.

Foto: Tomada del sitio web de la Uneac

Para culminar la primera jornada, estudiantes de la Escuela Nacional de Artes (ENA) y del Conservatorio Amadeo Roldán del municipio de Centro Habana, participaron en el taller de creación «Mirando hacia adelante», con Pepe Gavilondo, director general y musical del Ensemble Interactivo de La Habana, grupo integrado por jóvenes músicos graduados del ISA, que se presentan como una orquesta-ensamble de improvisación, con la cual potencian una música que llaman experimental y, con la interacción con otras artes como plástica, audiovisuales, teatro y performance. Experiencia que, para los jovenes estudiantes de la ENA y el Conservatorio de Música, deviene en madurez profesional para sus carreras; he ahí una evidencia de la alianza y unidad eterna de la cultura y la educación.

La Sala Manuel Galich de Casa de las Américas abrió también sus puertas al Festival de Música Contemporánea de La Habana acogiendo un concierto de música electroacústica. El espacio se distinguió por obras de Eduardo Kusnir y Horacio Vaggione, ambos compositores y músicos argentinos; David Anaya Villalba de Colombia. De igual modo obras de Iván F. Real, Mario Arteaga, Alberto Erice y Andy Mendoza, Jorge Denis Molina, René Rodríguez e Ivan Lejardi, músicos y compositores cubanos, formaron parte del programa.

La última jornada del Coloquio del Festival de Música Contemporánea, se inició con un homenaje a María Matilde Alea (compositora, pianista y pedagoga cubana, fallecida el 9 de noviembre de 2006); Alfredo Diez Nieto (compositor y pedagogo cubano fallecido el 23 de octubre del 2021) y Harold Gramatges, uno de los más destacados representantes de la creación musical cubana del siglo XX, pedagogo y pianista, por los 105 años de su natalicio. La musicóloga Claudia Alberti se refirió a Alea y su obra imprescindible en la formación de los músicos.

Con «Quinteto para cuerdas de Alfredo Diez Nieto desde la poética interpretativa de la Camerata Romeu», la musicóloga Gretchen Jiménez rindió tributo al destacado compositor. La directora de coro María Felicia Pérez dedicó su ponencia a la obra coral del maestro Harold Gramatges.

El maestro Guido López-Gavilán presentó, en el Coloquio, su álbum «Estrenando mis ochenta» . La musicóloga Ailer Pérez destacó que resulta una propuesta autobiográfica pues acoge gran parte de su obra como compositor y director de orquesta.

Asimismo, los fonogramas reflejan su estilo y tienen referencias a tradiciones de las que ha bebido y a su propia obra.

El compositor argentino Eduardo Kusnir llegó a Cuba en 1962 a dirigir la orquesta del Ballet Nacional de Cuba. Aquí comenzó su trayectoria en la música contemporánea y se inició en la electroacústica, asociado al cine cubano.

Sobre estas vivencias y su obra conversó el artista en su ponencia, la cual clausuró el Coloquio del Festival de Música Contemporánea.

Foto: Tomada del sitio web de la Uneac
Foto: Tomada del sitio web de la Uneac

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