En la noche del sábado 28 de octubre se realizó en el Centro Cultural Máxim Rock, de la capital cubana, una fiesta de Halloween, que incluía un baile de disfraces donde resultó premiado el disfraz de un militar nazifascista. De manera inmediata el hecho despertó la indignación de varias personas que manifestaron su repudio a tan deleznable suceso, tanto en las redes sociales como a través de denuncias directas planteadas a funcionarios del Gobierno.
Dada la gravedad del hecho y la evidencia de la incapacidad de la institución cultural para preverlo, se tomó la decisión de cerrar, de manera inmediata, el Centro Cultural Maxim Rock, hasta tanto se esclarezcan los hechos, se hagan los análisis correspondientes y se tomen las medidas disciplinarias con cada uno de los responsables del suceso, que, además de constituir una violación de las directivas para la programación cultural, vuelve a poner sobre la mesa el tema de los peligros de la colonización cultural.
Incidentes lamentables como este, que violan flagrantemente la política cultural de la Revolución Cubana, vulneran la moral y los principios sobre los que se funda el proyecto social cubano y hieren la sensibilidad ciudadana antifascista, antirracista y antisionista, merecen todo nuestro repudio y recibirán la más enérgica respuesta del sistema institucional de la Cultura.
Al mismo tiempo, ratificamos el compromiso de nuestra institución con la promoción de todos los géneros de la música, en partícular con el rock. Sus promotores y su público, estamos seguros, repudiarán este hecho.
(Tomado del Periódico Cubarte)
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Yo la situación la veo con causas más profundas, desde cuándo en nuestra cultura y en nuestras fiestas se ha celebrado ese día? Si lo introducimos en la cultura popular entonces tendremos que lidiar con cualquier disfraz ya que al final son disfraces de cosas malas y buenas, inocentes o maquiavelicas, que diferencia tiene una monja sexy, un esqueleto o un nazi, todos son disfraces, hay personajes malos de los animados o de filmes que se usan para esos trajes....el problema es que si dejas que te metan una cultura que no es tuya entonces empiezan los parches y los cuestionamientos. Estamos leyendo noticias de fiestas de halloween llenas de jóvenes y ya no celebramos la creación de los CDR en las cuadras que si es un día nacional. El problema es que abandonamos nuestra cultura y dejamos la brecha a la penetración, creen fiestas de carácter nacional y convoquen a los jóvenes. La premiación de cualquier disfraz no es el pollo del arroz con pollo, la causa es que los bares privados han tomado iniciativas apoyados en la penetración de Internet y nos ganan en motivación de los jóvenes, hacia allí es hacia donde hay que mirar, hacia el vacío ideológico, la falta de líderes que muevan a la juventud sobre la base de sus gustos. Repasemos todo lo que se logró en los primeros años del periodo especial con la juventud, no sigamos detrás del carro tratando de pararlo, cojamos el timón.
El concurso de disfraces durante la celebración de un día de muertos con detalles de terror, sirve para lucir disfraces de zombis, fantasmas y otros. Un disfraz de un militar oficial del partido Nacional Socialista (NAZI) alemán que durante la Segunda Guerra Mundial sembró la muerte y el terror por casi toda Europa, se puede entender como un disfraz acorde con un día de muertos con detalles de terror. No veo por qué se empecinan algunas personas en politizar una actividad cultural y condenar un disfraz, a la persona que lo usa y al jurado que lo premió por el esmero con que se diseñó el mismo. ¿A caso se va a acusar, juzgar y condenar a un actor por hacer el papel de un esbirro de la dictadura de Batista en una novela o en una serie de aventura, ya no en un Centro Cultural, sino en la Televisión Cubana? Invito a la reflexión antes de actuar de forma inconsciente de la injusticia en tal proceder.
Dudo mucho que esa actuación sea apoyada por ninguna institución y nadie en particular; y menos generalizada en la juventud cubana. Entonces digo no sería mejor condenar a los actores del caso y a todo el que tuvo que ver con ello y no cerrar el local, para no darle un carácter generalizado al asunto.