La compasión fue la palabra que recorrió el pasado capítulo de la gustada serie Calendario. Cada domingo regresamos frente a la pequeña pantalla para encontrarnos con las peripecias y conflictos de los jóvenes protagonistas que cada día se enredan más. Desde los primeros minutos se marca la meta entre la superficialidad y la empatía.
Se desarrolla de manera exponencial la situación de vivienda y derrumbe en la casa de Melisa, con la ayuda incondicional de algunos y la apatía de otros. Además esta familia choca con la burocracia y el escape en las vías no convencionales que muchas son la única forma posible.

Ahora nos presentan la temática del uso de estupefacientes y drogas en la adolescencia. Circunstancia que en muchas ocasiones cuando padres y los propios jóvenes la atraviesan no cuentan con los recursos e información necesarios para reaccionar. Otra nota que nos deja el audiovisual sobre aristas sociales sobre las que tenemos que trabajar desde lo educativo.
Las relaciones humanas ya sean por pasión, amistad, o cualquier interés se mantiene en el lente de Calendario destapando las intenciones de sus personajes, Natalia se pregunta si a Sofía le gustan las mujeres y pone a Inés como intermediaria de su duda. Vladimir se balancea entre su naciente romance con Juliana, su experimentación con alucinógenos y la antigua adición por la pornografía que le marcó en la primera temporada. Así vamos en la ruta que cada domingo marca la serie del momento que vamos siguiendo desde la mágica tinta de la voz escrita.

Ver además: