Cuando Melissa Vinueza Torres pudo cumplir su sueño de visitar La Habana y se encontró cara a cara con esta ciudad, se enamoró de sobredimensionada manera. Para inmortalizar ese encuentro, no quiso despedirse sin dejarnos sus impresiones, sus fotos y su danza.

Nacida en Cali, Colombia, estudió ballet desde los 9 años en el Instituto Colombiano de Ballet Clásico (INCOLBALLET). En un encuentro con Tribuna de La Habana, nos resultó muy interesante revivir las influencias cubanas adquiridas durante su formación.

“Tuve muchos maestros cubanos entre ellos, Ana Julia Bermúdez, que actualmente trabaja en la Escuela Nacional de Cuba, y Helena Cala, maestra estable de la escuela INCOLBALLET. En 8vo grado recibí clases de Rolando Candia, Maida Rivero, María del Carmen Hechevarria, esta última fue la que me graduó.

Después de la escuela, viajé a República Dominicana por un año, pues quería vivir la experiencia de trabajar fuera de mi país natal. Allí, me invitaron a bailar con la compañía e hicimos una gira nacional con la obra Cascanueces,  con los maestros Armando González y Haydee Delgado. Cuando cumplí los 18 años ya no quería quedarme en Dominicana, más bien tenía ganas de aprender y conocer otras cosas. De todos los lugares que tenía pensado, Argentina era una opción llena de cultura y posible para mí. En este país me quedé 6 años, pues tuve mi primer contrato como bailarina. En Buenos Aires, por ejemplo, bailé junto a Miguel Gómez, un cubano, de las primeras promociones del ballet de Cuba. Él es hoy y siempre, mi maestro querido”.

Una pausa en la conversación y el fotógrafo, Jorge Luis Sánchez, que me acompaña, le tomó sus primeras imágenes.

Foto: Jorge Luis Sánchez Rivera

La primera instantánea fue tomada en una de las estrechas calles de La Habana, cuando el sol tropical todavía no ocasiona estragos en su rostro. Aun así, Melissa prefirió la foto resguardándose con una gorra, en una búsqueda de la pose desenfadada, y de la cercanía a lo más popular y pasajero. Allí, el maestro del lente captó aquel primer salto. Ese que se produjo sobre adoquines y entre las clásicas construcciones habaneras.

Foto: Jorge Luis Sánchez Rivera

Una bella puerta de madera antigua sirvió como telón de fondo para que Melissa nos regalara una de las poses más trascendentales del ballet. En sus puntillas luce única, segura, hermosa, y resulta todo un espectáculo visual combinar lo clásico de la danza, con el arte tradicional de la madera.

De su formación nos siguió comentando:

“Posteriormente, fui a una pasantía durante 3 meses, en la Escuela Superior de Bellas Artes de Monterrey, México. Allí estudié como bailarina y docente. El nivel profesional era muy alto, y también tuve la suerte de tener profesores de Cuba. Luego, pude visitar una compañía de cubanos, que dirige Zoila Fernández y su esposo y que siempre quise disfrutar. Estuve bailando con ellos durante 3 meses hasta que llegó la pandemia.

Actualmente estoy en Colombia impartiendo clases virtuales a estudiantes de muchas partes del mundo, y estudiando Historia del Arte online, en una universidad de España”.

Foto: Jorge Luis Sánchez Rivera

Para la despedida de esta colombiana, no quiso dejar de visitar el malecón. Su ropa de estampados azules claros hace juego con el mar de fondo. La postura de los brazos y piernas parece homenajear la bandera y el morro, mientras que en ocasiones hasta pareciera volar. La Habana le ha quedado como anillo al dedo y su arte nos dejará el más dulce de los sabores. Esperamos, sin dudas, que regrese pronto.

“Desde que tengo recuerdo, he querido venir a Cuba. La gran mayoría de mis maestros, como te comentaba, han sido cubanos, y lo que no son de esta isla, han venido a estudiar acá. Por tanto, este país ha sido de mucha influencia en mi vida artística. Conozco su Ballet Nacional y a sus bailarines, y siento una admiración muy grande por ellos. El nivel de la danza acá es muy alto. La escuela de Colombia, incluso, tiene el modelo de estudio de la cubana. El poder venir ahora es un sueño hecho realidad. Me gusta la gente, la cultura, y la formación académicaen general. Pienso que todos son muy inteligentes”.

Foto: Jorge Luis Sánchez Rivera

Sobre esta sesión de fotos y la oportunidad de conocer a Jorge Luis Sánchez, nos dijo:

“He disfrutado mucho esta sesión de fotos. Conocí al fotógrafo Jorge Luis por las redes sociales, porque los bailarines con los que trabajé, lo tenían como amigo en común. Me parece impresionante como capta cada movimiento con tanta facilidad. Es un gran fotógrafo”.

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