Foto: Carteles de los conciertos

Una de los momentos que más se está disfrutando del festival Habana Clásica es la dimensión tan inmensa y profunda que se le ha otorgado al homenaje. Cada presentación en sí misma es un tributo a la buena música, a la buena interpretación, a los artistas cubanos y europeos, al violín, a la viola, a la música de cámara, a todo lo bueno que su director artístico Marcos Madrigal ha sabido elegir, que destaca en la creación musical clásica.

En este sentido, hay dos momentos que no deben dejar de ser disfrutados de este espectáculo. Ambos incluyen un homenaje al holandés de nacimiento, pero más cubano de todos: Hubert de Blanck (1856-1932), y también a la música romántica holandesa en general. Tendrán lugar, este domingo 13, a las 5:00 p.m., en el Oratorio San Felipe Neri; y el miércoles 16, en el mismo lugar, pero a las 6:00 p.m.

Para conocer detalles de ambos eventos, que además tendrán continuidad luego del festival, Tribuna de La Habana conversó con la musicóloga Gabriela Rojas Sierra, que es parte del equipo de producción y trabaja en el Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas, y además como manager de la Orquesta del Lyceum de La Habana.

-¿En qué consiste este proyecto homenaje?

-Hemos iniciado un proyecto que busca visibilizar la influencia cultural musical holandesa en Cuba y que tiene como centro revalorizar la obra de Hubert de Blanck, un cubano por derecho propio, por todo lo que aportó a la música en Cuba. Fue el fundador del primer Conservatorio de Música y Declamación en la isla, e hizo gran parte de su carrera como pedagogo y compositor en La Habana, a pesar de haber nacido en Utrecht, Países Bajos y haber estudiado en Bélgica y Alemania.

“En el marco del festival Habana Clásica, damos inicio a este proyecto el día 13, con un concierto de música de cámara monográfico, dedicado a este creador, que incluye varias obras que próximamente serán publicadas en un nuevo volumen de la colección Patrimonio Musical Cubano, que gestiona el Gabinete de Patrimonio Musical Esteban Salas, de conjunto con el Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana. En el concierto van a intervenir el pianista y director artístico del festival, Marcos Madrigal, la pianista cubana Karla Martínez, con dos invitados que llegan de Holanda: el violinista Tijmen Huisingh y el violonchelista Willem Stam. Además tendremos a la violinista Lisbet Sevila y a violista Anolan González, integrantes de la Orquesta del Lyceum de La Habana. Se unen así, músicos cubanos y holandeses para volver a sonar este repertorio de Hubert de Blanck en La Habana. Mención especial merece José Raúl López, quien transcribió gran parte de la música que escucharemos ese día.

 

Foto: Carteles de los conciertos

-¿Qué ocurrirá entonces el día el 16?

-Luego el día 16 tendremos un concierto que se denomina Visiones Trasatlánticas: El romanticismo holandés, nuevamente homenajeando a Hubert de Blanck, esta vez con algunas de sus obras sinfónicas, pero la particularidad es que se unen en esta ocasión piezas de otros compositores holandeses de finales del siglo XIX. Ellos serían algo así como sus contemporáneos de ultramar. Este concierto de la Orquesta del Lyceum de La Habana, bajo la dirección de José Antonio Méndez Padrón, incluirá una sinfonía de Richard Hol, probablemente estreno en Cuba, una música hermosa y de increíble factura, así como de una obertura de Johannes Verhulst. La intención es establecer conexiones entre estos tres compositores del romanticismo tardío, todos holandeses, pero que desarrollaron su obra desde dos orillas opuestas.

“Este proyecto tendrá continuidad con nuevas partituras que tenemos localizadas en el Museo Nacional de la Música como parte del fondo Hubert de Blanck y que ya están en el proceso de transcripción, junto a otras que tenemos listas para proceso de montaje el año próximo, todo con la colaboración de la Embajada del Reino de los Países Bajos en Cuba. Es un privilegio que el proyecto se inicie justamente con estos dos conciertos en el marco del festival de Habana Clásica”.

Vea también:

Ya suena el Bertolt Brecht