Dentro de la fotografía de prensa destacan numerosos fotógrafos entre ellos Roberto Salas Merino. Gracias a la encomiable labor que ellos realizan, la Historia de Cuba no sólo es narrada, sino aún más importante, puede ser ilustrada y confirmada a través de la imagen.
Su importancia fue corroborada por el Líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, en un encuentro memorable que tuviera con cuatro de estos fotógrafos, el 12 de octubre del 2000, cuando expresara:…"uno comienza a ver el valor de esas fotos cuando pasan los años, gracias a ustedes nosotros existimos, sin la foto de ustedes no existiríamos siquiera. Gracias a ustedes sabemos lo que hicimos,…no se puede escribir la historia sin imágenes"…
La fotografía La Bandera y la Señora, tomada en agosto de 1957, en Nueva York (NY), Estados Unidos, marcó un momento trascendental en la historia de Roberto Salas y en la historia de la fotografía de prensa en Cuba antes de 1959, al punto de convertirse en un ícono y, en la foto más importante hecha fuera de la Isla durante la lucha contra Batista.
¿Qué estaba sucediendo en 1957 cuando realiza esta imagen? ¿Cómo recuerda ese momento?
Antes de responder a esa pregunta, hay un elemento que considero de vital importancia. Una imagen, sea cual sea la importancia o no, su trascendencia e impacto, son hechos totalmente fuera del control y deseo del fotógrafo. Estas consideraciones están sujetas al uso, el momento, las condiciones en qué se realizan y el por qué.
En la historia de la fotografía hay muchos ejemplos de esto, imágenes “preparadas y montadas”, algunas que hoy día son símbolos de acontecimientos de la historia universal. En el momento de preparar y fabricar la imagen, el que la hizo no tenía ni remotamente visión ni idea hasta donde se podía convertir en un símbolo para la posterioridad y la historia, ni si iba a trascender, en eso ni se piensa. Un buen profesional, lo que sí se propone es hacer bien su trabajo, entregarse a él y hacerlo con calidad; el tiempo, las circunstancias y acontecimientos pueden marcar la trascendencia de una fotografía, si trasciende, es algo imprevisto por el creador.
La importancia de una imagen está en su uso, no es lógico pensar que a la hora de la toma de la imagen, el fotógrafo pueda determinar la importancia que pueda tener o su repercusión.
Corría el año 1957, la lucha contra la dictadura en Cuba seguía y cada día crecía con nuevos hechos, no obstante, los medios de información continuaban con un silencio absoluto, particularmente los medios masivos de los Estados Unidos.
Desde el anuncio de la lucha guerrillera en la Sierra Maestra, con la noticia del New York Times a principios del año, Cuba “desapareció” de los medios, ni una sola palabra, ni una sola imagen, como si no estuviera pasando nada en el país.
Los pequeños grupos de apoyo del Movimiento 26 de Julio M-26-7, en NY, buscaban y probaban distintas acciones “publicitarias” para provocar que los medios hablaran lo que estaba pasando, actos callejeros de “piquetes” frente a oficinas del consulado cubano en esa ciudad, frente a las Naciones Unidas, y otros lugares, todos sin fruto publicitario.

¿Cómo surge la idea?
La idea de la imagen se produce en un momento en que el M-26-7 de Nueva York veía como no obstante a los acontecimientos en Cuba, los medios de comunicación norteamericanos no reflejaban absolutamente nada de la iIsla. Sin embargo, la lucha insurreccional contra la tiranía batistiana se acrecentaba.
Hay un acto que considero que provoca la idea de la estatua, fue la colocación de una bandera cubana en el edificio más alto de Nueva York (por 40 años), el Empire State. Esta acción, como las demás, no tuvo la más mínima repercusión, fundamentalmente, porque desde las calles la bandera no se veía por estar a más de 100 pisos de altura. Fotográficamente imposible, por lo tanto, sin ninguna consecuencia; esto conjuntamente con otra idea de hacer un “piquete” en la Estatua de la Libertad, es posiblemente lo que me da la idea de hacer algo; el “piquete” se descarta porque sabíamos que las autoridades no lo iban a permitir, allí nace la idea de colocar la bandera del Movimiento 26 de Julio en la corona, algo difícil pero posible. Yo me preparé con un lente telefoto, varios rollos en blanco, por si era interceptado por la policía, entregar los no usados y no perder el trabajo, sólo un pequeño grupo de unos seis compañeros que, a escondidas, subirían a colocar la bandera. Yo me quedé abajo en espera de hacer la captura de la acción.
Muestran la bandera por las ventanas de la corona, tomo las fotos y de inmediato retiramos la bandera (era la única que teníamos)…eran las 11:00 de la mañana, pocos visitantes allí, fue tan corto el tiempo y a tal altura, que ni las autoridades, ni el poco público en el lugar se dieron cuenta del hecho.
Revelo e imprimo las fotos y se reparten por los medio de prensa de la ciudad. He aquí donde, siempre he insistido, no es la imagen, sino el uso que se le da, por lo que adquiere importancia.
Era jueves o viernes, casi fin de semana, por suerte para nosotros, “día muerto de la prensa”, absolutamente nada había ocurrido de importancia en la ciudad, no hubo ninguna visita o acontecimiento importante y la foto llega a publicarse en 4 de los 7 periódicos de Nueva York, las agencias de noticias la envían a todo el país, hasta la revista Life la publica unos días después, todos con los esperados comentarios sobre los cubanos y Cuba en mayor o menor grado, logramos nuestro propósito más allá de lo esperado. Esta fotografía, según estudiosos, ha sido la fotografía de prensa más importante realizada fuera de Cuba antes de 1959, que por su simbolismo muestra la firmeza de la lucha insurreccional en el país y fuera de él.
¿Por qué escogió ese nombre?
Sobre el nombre de la fotografía, no puedo precisar fecha. Fue después del año ´59 cuando se comenzaron a hacer algunas exposiciones para envíos y compromisos en el exterior, las fotos debían tener un título… se me ocurre este, por “la Señora de libertad" (como se identificaba la Estatua de la Libertad), y la bandera del 26. Posteriormente se reduce su nombre definitivo al de La Bandera y la Señora, 1957.
¿Qué significado tiene para usted esta fotografía?
¿Significado para mí?, mi primera foto de “grandes ligas”, como he expresado. La imagen es sencilla, lo importante fue su significado en ese momento y que el tiempo le concedió. Cumplió el propósito planteado: patentizar la tenaz lucha del Movimiento 26 de Julio. El golpe iba a ser publicitario, se logró su publicación en varios medios neoyorquinos. Le tengo, además, un gran apego pues yo sólo tenía 16 años, y aunque ya para esa fecha hacía fotografías, esta fue mi imagen de “estreno”, que planteo como la que marca el verdadero inicio de mi carrera. Este año, en agosto, La Bandera y la Señora cumple 65 años, sin proponérmelo ha tenido una trascendencia imprevista que llega hasta nuestros días, y por eso es una de mis consentidas.
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