Con una vasta experiencia profesional, que incluye importantes obras tanto en Cuba como en el extranjero, el arquitecto Humberto Ramírez Salazar, nacido en La Habana en 1944, recibió recientemente el Premio Nacional a la Vida y la Obra de Arquitectura 2022, que otorga la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción en Cuba (UNAICC).
En entrevista exclusiva con Tribuna de La Habana, dialogó sobre su trayectoria, proyectos, sueños, expectativas, y acerca de la necesidad de reconocer esta profesión como parte importante de nuestra cultura nacional, porque, sin dudas, la Arquitectura es mucho más que construir edificaciones.
Estudió en la CUJAE, que en aquellos momentos pertenecía a la Universidad de La Habana, graduándose en 1967, hace ya 54 años. Sobre aquella época y su extensa vida laboral nos comenta: “Para mí es importante que siendo estudiante, ganara la Primera Mención en el Concurso del Parque de los Mártires y fuera seleccionado para presentar un proyecto en el Encuentro de Estudiantes de Arquitectura en Praga 1967.
“Formé parte del primer grupo de graduados que se quedaron en la escuela como profesores, donde ya había venido fungiendo como alumno ayudante. Casi inmediatamente formé el Equipo para el Proyecto del Pabellón Cubano de la Expo’70 en Osaka, Japón.
“Inmediatamente fui parte del equipo para proyectar el Centro de Sanidad Agropecuaria (CENSA) en Tapaste. Fue una enorme experiencia enfrentarme a ese proyecto, dirigido por la arquitecta Sonia Domínguez, pero donde me dieron la posibilidad de realizar el Plan General y el diseño de su sistema estructural.
“Otro hito importante en mi carrera fue estar al frente, por la CUJAE, de la Dirección Técnica de las Microbrigadas en Alamar durante seis años, donde además, hacía proyectos e impartía clases. Esta obra no tiene un gran valor arquitectónico, pero sí contribuyó de manera significativa a resolver el problema de la vivienda de una parte de la población.

"Asimismo proyecté la Ciudad de los Pioneros José Martí en Tarará, ¡en su tiempo la mayor del mundo! Así como asumí la dirección técnica de la ejecución de la Escuela Superior de Guerra Máximo Gómez. Seguidamente participé en Irak, también como vicedirector técnico de un proyecto para 1 500 viviendas y sus servicios, desde 1979 a 1981.
“Dirigí la primera Empresa del Poder Popular que hizo proyectos de viviendas para la población. Continué como Proyectista Principal del Metro de La Habana, hasta que comencé a hacer el proyecto más importante que he realizado, ExpoCuba, el recinto ferial más grande de América Latina, inaugurado para el 30 aniversario de la Revolución en 1989.

“Antes de 1991 terminé un proyecto para un Hotel en Santa María del Mar, el cual es una lástima que no se ejecutara. Después realicé un inmenso proyecto en Cancún para un Centro Social, Cultural y Deportivo que tampoco se construyó.
“Durante esa década hice varios proyectos, siendo el más importante la reutilización y remodelación de la Plaza Carlos lll.

“A partir de 1998 comencé como inversionista en la reapertura de La Giraldilla con su Macumba, y posteriormente me dediqué a realizar numerosos proyectos de Arquitectura Textil, carpas aquí y en el extranjero, las más importantes son las del Acuario Nacional, otra en Honduras, en varios hoteles de Varadero, Cayo Largo, Cayo Coco, y más recientemente en el Salón Rosado, El Sauce, en Cienfuegos, entre otras”.

¿Qué significa para usted haber obtenido el Premio a la Vida y la Obra de Arquitectura?
-Muchísimo, por supuesto, es el máximo galardón que entrega la UNAICC, otorgado a 65 arquitectos, 45 de La Habana, desde 1996. Todos dedicados su vida entera a la Arquitectura desde varias especialidades diferentes, como proyectistas, investigadores, constructores, docentes.
“Es un estímulo enorme a una vida dedicada a realizar muchas cosas para la sociedad, donde nunca hemos mirado los beneficios económicos o posiciones, sino que nos enfocamos en trabajar vehementemente por hacer un país mejor, donde la gente pueda sentirse también en un ambiente de calidad, funcionalidad, estéticamente agradable".
¿Cómo definiría la arquitectura cubana? ¿Está en su justo lugar? ¿Es considerada parte importante de la Cultura nacional?
-Nuestra arquitectura, desde los tiempos de la colonia, tuvo una preponderancia grande, principalmente en la capital, pero también muchas ciudades del país son ejemplos elocuentes de hasta dónde llegaron y su esplendor actual.
“En las últimas décadas, si bien es muy cierto que se han hecho obras importantes y de gran significado social, muchas han quedado como ejemplos aislados, y sobre todo en La Habana, declarada una de las siete Ciudades Maravilla en el Mundo, donde la falta de mantenimiento, de reparación de muchos edificios, de una simple pintura, opacan parte de lo que se ha hecho, excluyendo de esto el enorme y significativo trabajo realizado por Eusebio Leal en el Centro Histórico, que es ejemplo ante el mundo.
"Es una dicotomía entre lo realizado y su estado actual en no pocas partes de la ciudad. De ahí que haya tantos detractores como furibundos amantes.
“La Arquitectura es Arte mayor y una parte muy importante de la cultura de cualquier sociedad. Aquí, sobre todo en los medios, hay una falta muy grande de comprenderlo de esa manera, pues se habla poco de ella. Eso contribuye mucho a que las personas no la valoren, ni a su ciudad, ni el trabajo de los arquitectos".
¿Cuáles son los logros y desaciertos de la Arquitectura de La Habana a partir de la década del ’60?
-Realmente, por muy diversas razones, se ha hecho poco, hay ejemplos aislados buenos o muy buenos, pero en el tema de la vivienda, que es el 80 % de la ciudad, el resultado deja mucho que desear, a no ser, de nuevo, ejemplos aislados.
"Los nuevos barrios realizados, con excepción, en La Habana del Este, del reparto Camilo Cienfuegos y la Villa Panamericana, el grueso son bloques muy repetitivos, con poco interés arquitectónico, sumándole a esto, en la mayoría de los casos, la falta de terminación de componentes urbanísticos como los servicios, mobiliario urbano, arbolado.

"Esos mismos bloques, con otras terminaciones y completamiento de su entorno, pudieran haber sido más agradables, pero no ha ocurrido así. Lo peor es que actualmente se siguen haciendo y, además, no en la cantidad requerida".
Sin lugar a dudas, la situación económica del país ha provocado que muchas personas deban reparar o construir sus viviendas con soluciones inadecuadas por falta de recursos. Y, por otra parte, en no pocas ocasiones, otros que sí cuentan con la necesaria solvencia económica tampoco contribuyen a la belleza de la ciudad, sobre todo por desconocimiento y falta de sentido de la estética. Otra razón más para comprender la ineludible labor de los arquitectos y demás especialistas que intervienen en una obra, para así lograr un resultado coherente con su entorno.
Por ello, ¿qué importancia tiene para usted lograr una visión integral entre Arquitectura y Urbanismo?
-Es totalmente imprescindible. En cualquier ciudad, solo un número poco significativo de edificios resultan ser verdaderamente trascendentes, pero cuando se trabaja coherentemente, respetando las normas y regulaciones, se cuida la ciudad, se mantiene limpia, ordenada, pintada, el resultado del todo es apreciable.
“Cuando el control urbano casi no existe y se hacen cosas muchísimas veces sin la asesoría de un arquitecto, se hacen “chichones” a edificios porque se requieren ampliar; aflora lo peor del gusto de algunos con un poco más de dinero, poniendo balaustres de cemento y portadas con tejas a edificios modernos. O cada cual pinta el pedazo de fachada en que vive de cualquier color, diferente al resto, o coloca una escalera en el jardín para una ampliación en el piso superior, o un techo metálico para un garaje improvisado, y no hablemos de las cercas".
¿Qué pudiera hacerse para mejorar la arquitectura de La Habana?
-En primer lugar impedir todo lo enumerado anteriormente. Verdaderos inspectores para que esto no ocurra, e inculcarle a la población que debe consultar a arquitectos e ingenieros para el accionar constructivo.
"Pero sobre todo, inculcar el respeto por la ciudad, entender lo que vale, amarla, interiorizar que no podemos agredirla constantemente con todas estas “obras”, respetar el arbolado, mantenerla limpia de basura, escombros, salideros de todo tipo. Y…. por supuesto, contar con una mejor situación económica que garantice poder llevar a cabo todas estas cosas".

Entre las ilegalidades más frecuentes se listan la construcción de garajes en espacios no habilitados para ello. Foto: Radio COCO.
¿Qué retos tienen en la actualidad los arquitectos cubanos?
- Muchos. Que sean respetadas más sus opiniones profesionales para poder ofrecer buenas soluciones, sustentables en todo sentido, desde los puntos de vista económico, funcional, expresivo, climático, a pesar de las limitaciones económicas que no se resolverán de un día para otro, y sabiendo que la deuda con la ciudad es enorme.
“El principio de más con menos es fundamental en la actualidad, pero respetando el trabajo profesional; no puede venir, por ejemplo, un funcionario estatal o un propietario particular y hacer añicos un proyecto, hacer caso omiso del trabajo realizado, utilizándolo solo “como patente de corso”.
“Hay que mantener el sueño de hacer cosas por satisfacción personal y, a la vez, en bien de la sociedad que tanto lo necesita.
“Intervenir en los proyectos importantes, que lamentablemente desde hace unos años la mayoría los tienen arquitectos foráneos, como son los nuevos hoteles que se han hecho en una buena parte del país y últimamente en nuestra ciudad. Y tener siempre mucho trabajo”.
Tan importantes reflexiones nos llevan irremediablemente a rememorar aquellas sabias palabras del reconocido arquitecto Mario Coyula, ya fallecido, quien alguna vez refirió: “Las ciudades y pueblos cubanos constituyen el patrimonio más importante de la cultura material de la nación. Representan parte sustancial de la memoria histórica cubana con notables valores arquitectónicos y urbanísticos, de ahí su alto significado en el proceso de formación de la identidad nacional.
“…Hemos heredado ciudades que guardan un urbanismo muy valioso donde se acumulan siglos de buena arquitectura. Nuestra responsabilidad es preservarlas y enriquecerlas con una arquitectura actual de calidad. Ello implica insertar a la Arquitectura en el mundo de la Cultura. Belleza, durabilidad y funcionalidad no son lujos superfluos. Obviarlos significa una irresponsabilidad, y trasladar a las futuras generaciones una carga de errores y pérdidas irreversibles”.



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EXCELENTE, COMPARTO TODAS LAS VALORACIONES E INQUIETUDES. A NUESTRA SOCIEDAD LE ES INDISPENSABLE EL RECONOCER LA ARQUITECTURA Y EL URBANISMO Y LA LABOR DE LOS ARQUITECTOS EN LA CULTURA NACIONAL.
Muchas gracias por compartir su criterio sobre este tema tan importante para toda la sociedad.
Humberto es unos de los arquitectos que ha vivido intensamente su trabajo profesional con la Revolución y su obra, está entrevista es un material de estudio si queremos rescatar La Habana.
Muchas gracias por su comentario sobre el trabajo de este destacado arquitecto y la importancia de sus valoraciones sobre la ciudad.
Muy acertado el discurso de la entrevista concedida por el Arq. Humberto Ramírez. Como dijo en la entrega del premio Nacional: Sólo hay una manera de hacer las cosas...Hacerlas bien.
Muchas gracias por su comentario, muy cierto lo que dice
Muy bien, con argumentos claros, verscesy precisos, Humberto ha expuesto sus valiosas opiniones sobre la situación actual de la Arquitectura y el Urbanismo en Cuba. No pueden perderse estás ideas.
Tiene mucha razón en que son ideas muy concretas y valiosas por el bien de la sociedad. Gracias por comentar.
Muy acertado todo lo expuesto, lo comparto en su totalidad, creo que la Arquitectura en Cuba debe ser valorada como parte de la identidad y la cultura cubana, felicitaciones por el premio obtenido
Muy agradecida por su comentario, que reafirma la necesidad de concientizar que la Arquitectura es fundamental para la cultura de la sociedad, y por ende su mejora contribuye al bien del país y sus ciudadanos.