Literatura e imagen forman en la exposición personal Del espejo y la paciencia, un virtuoso maridaje inspirado en la ciudad de La Habana. Una serie de 20 exquisitas acuarelas y dos lienzos, que cual díptico invitan al diálogo entre la capital cubana de hoy y su histórico recuerdo.
El artista Luis Enrique Camejo regresa a la galería Máxima Estudio-Taller, donde surgió hace más de dos años la idea para transformarla en realidad desde el pasado 18 de marzo.
La curaduría de la serie estuvo a cargo de Yaiset Ramírez, directora del espacio y anfitriona de interesantes propuestas artísticas. En cada obra se muestra magistralmente la sensibilidad y visión de Camejo; su punto de vista crítico sobre el cambio en zonas céntricas de la ciudad.

Pone a disposición del curioso espectador dos imágenes de las mismas calles, lo que fenómenos como la basura, el descuido y otros males han dibujado en la popular Centro Habana.
Del espejo y la paciencia va más allá, no se queda en la frívola conversación de lo que fue y ya no es. Escudriña en sucesos sociales intrínsecos de la humanidad. Retrata dos dimensiones que se rinden ante el tiempo y el paso de la gente que transforma su entorno a voluntad. Es notable el uso de referentes como Italo Calvino y sus Ciudades invisibles, además de la profunda investigación fotográfica y bibliográfica con la que se sostiene firme la exposición.

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