Este 26 de abril se cumple el aniversario 55 de la muerte de Roberto Faz, estrella de la música cubana. Nacido en el ultramarino municipio de Regla, en la calle Calixto, entre Céspedes y Agramante. Desde joven tuvo que desempeñar los más diversos trabajos mientras descargaba en cuanto lugar le daba la posibilidad. Eran los momentos de la llegada del son a la capital, género del que bebía, mientras consumía de los ritmos africanos de su pueblo natal y la cercana Guanabacoa. Esta mezcla, junto con el talento y el trabajo duro forjó, a decir de los especialistas, una de las voces más afinadas de los escenarios cubanos.
Con solo 13 años integró el conjunto infantil Chapman Sport, donde recibe lecciones de otro grande de la música cubana, el trompetista Félix Chapotín. En los años siguientes, todavía muy joven, comienza a actuar con diferentes orquestas y conjuntos, en una trayectoria aún incipiente pero en franco progreso. Ya en 1935 se presenta en uno de los mejores escenarios de la época, el cabaret Sans-Souci, donde ya empieza a hacerse un nombre entre la pléyade de estrellas que frecuentaban el local.
A partir de 1936 comienza a ser frecuente en los programas de radio, donde además de cantar, ejecutaba la percusión menor. Ya para 1939 logra uno de los deseos de los artistas de la época: un contrato exclusivo con CMQ de Prado y Monte. Su ascenso es imparable, llegando en 1941 a tocar en el Parisien del Hotel Nacional, al lado de Tito Gómez. Pero es a partir de su entrada en 1944 en el Conjunto Casino de Roberto Espí, donde le llega la hora de la consagración. Allí se convierte en la voz principal y realizan giras al exterior donde sus grabaciones tienen éxito.
En 1956, y luego de la desintegración del Conjunto Casino, funda su propio Conjunto, haciendo su debut por todo lo alto en el Liceo de Regla. Con esta agrupación también conoció el éxito, tanto nacional como fuera de fronteras, con hits como "Como vivo en Luyanó", de R. Barrera y "Cositas que tiene mi Cuba" de P. Zalazar. Durante 1957 compartió una temporada en el Ali Bar con Benny Moré, donde este era dueño y señor.
Hasta 1966 su orquesta cosecho éxitos unos tras otros. Son antológicos sus temas "Comprensión", "Melao de caña", "Sabrosona" y "Píntate los labios María". Solamente la muerte impidió que este cantante notable siguiera poniendo temas en la memoria popular. Dueño de una voz y afinación excepcional, con gran facilidad para improvisar en sones y guarachas, todavía resuena entre los melómanos y defensores de la cultura nacional.
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Muy merecido artículo a este inigualable de la música cubana en su género. Sería muy beneficioso para nuestras raíces musicales y en particular la que pone de manifiesto nuestra cubania, que se divulgara más su música tanto por la TV como la radio, en programas de música popular de épocas que hicieron estar hoy dónde nos encontramos. Soy holguineros y en mi ciudad, por cierto de mucho romanticismo y peñas musicales, nos gusta mucho toda la música de esos años; los mosaicos de Roberto Faz no pasan de época. Gloria eterna a ese maestro.
Al agradecer esta evocación a uno de los grandes, debo hacer una aclaración. El Conjunto de Faz no surge por una supuesta disolución del Conjunto Casino. Este nunca se desintegró. Hubo casos similares anteriores. De la Orquesta Hermanos Castro surgieron la Casino de la Playa, en 1937, y la Riverside en 1938. Y las tres orquestas coexistieron. A la salida de Faz, el Casino siguió sus actuaciones con su cantante Roberto Espí, quien dirigió el conjunto entre 1943 y 1974, y llegaron voces como las de Felo Martínez, René del Mar, Alberto Ruiz, Onelio Pérez, Orlando Morales y Fernando Álvarez. El Casino y el grupo de Faz, en la misma época, fueron distinguidos por la prensa especializada y protagonizaron una etapa importante de la música cubana. Conste así. Saludos.