El sistema de Casas de Cultura basa su trabajo en la misión de formar hombres y mujeres de bien. En su balance anual, realizado esta mañana con la presencia de la viceministra de Cultura, Kenelma Carvajal, se destacó cómo desde cada rincón, durante el curso del pasado año, ante el reto que impuso la pandemia de la COVID-19, el Movimiento de Artistas Aficionados y los Instructores de Arte, no cedieron ante el apagón cultural.

Mediante la creación de perfiles de Facebook, grupos de WhatsApp y otras redes sociales se establecieron nuevas plataformas para intercambiar con los alumnos, además de la realización de videos caseros y otros audiovisuales, en función de la televisión nacional. Los Instructores de Arte llegaron hasta las casas con talleres a domicilio, así también impulsaron alternativas de proyectos comunitarios, reinventando los esquemas de creación.

Alexis Triana, jefe de Comunicación del Ministerio de Cultura, se refirió a la fuerza de las campañas comunicacionales impulsadas desde el Consejo Nacional de Casas de Cultura, ejemplo fundamental fue Yo soy instructor de arte en el marco del más reciente aniversario de la organización.

Agustín Adrián Pérez, vicepresidente del Consejo Nacional de Casas de Cultura, explicó la fuerza demostrada en momentos de crisis, cómo, ante la actual situación epidemiológica, se creció en diálogo, y se redimensionó la vocación de servicio de los Instructores de Arte.
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