Esta semana comenzó en la frecuencia de Cubavisión la segunda temporada de la teleserie Rompiendo el silencio, causando diversas opiniones entre la población. Muchos esperamos por el avanzado horario de transmisión y por la revista que le antecede, Miradas sin excusas, otros fueron quedando en el camino. La violencia aviva su fuego voraz, ante el contexto actual, donde las circunstancias de aislamiento social, el estrés causado por la COVID-19 y la compleja situación económica atraviesan nuestro país.
Historias cómo la de Aurora, violentada por su hermano física y psicológicamente, tienen brecha en nuestras calles y casas, mientras se toque con tibieza dichos temas de suma seriedad. Rompiendo el silencio por el momento no se va por las ramas, con delicadeza y cuidado lleva a nuestras pantallas conflictos a los que debemos abrir el diálogo. El dúo de realizadores, protagonizado por Legna Pérez Cruzata y Rolando Chiong, vierte la experiencia y el oficio con la visión y frescura en tanto no vierte excesos de melodrama. Con sobriedad nos presentó en su primer capítulo caracterizaciones orgánicas y un guion verosímil que atrapó con toques de suspenso.

Quizá se excede en cautela con su tardío horario y algunas miradas con demasiadas excusas, pues dichos temas en pleno 2021 necesitan además de voces expertas una actitud de frontalidad y cercanía, alejándonos del tono sobreprotector y la palabra que infantiliza a la audiencia. La violencia acecha en redes sociales, esquinas, paredes, bajo cada techo donde permitamos que la figura de la mujer siga como objeto. Incluso en nuestra sociedad donde las garantías de equidad tienen un marco amplio para florecer, hasta que el acoso se disfrace de galantería, la presión de sobreprotección, y todo tipo de violencia se deslice bajo el velo de las masculinidades tóxicas, el real cambio continuará encontrando tabúes.
Rompiendo el silencio es acompañada por foros online, entrevistas por red y la televisión, pero tal vez necesita la participación en primera fila de actantes sociales, personas comunes con criterio y pies en la carretera, gente que contagie de vocabulario inclusivo y práctico. Seguiremos a la espera de próximas entregas, sabiendo sobre el camino por recorrer y clara la sincera intención. Ahora, sí se necesitan otros espacios donde empoderar a quienes, para escuchar y ver su historia, aún les toca vencer al cansancio y a la retórica.
Ver además:
En versiones online y televisivas llegará en marzo el Festival de la salsa
Un programa estelar, especial e interesante pero lamentablemente el horario atenta contra el televidente, hasta el propio Chino Chiong lo expresó en el programa "Entre tú y yo", y eso que él dijo un horario más temprano del que se transmitió.
La serie me parece muy interesante instructiva y necesaria porque la violencia es todavía un flagelo de las sociedades en el mundo y Cuba no está exenta. Pero me pregunto si el objetivo es que el mensaje llegue a la mayoría de las personas porque se transmite tan tarde ,el primer capítulo terminó 12 y pico de la noche realmente tuvo tanta teleaudiencia por lo menos de los que trabajamos difícil yo alcanze a verlo porque coincidía con mi descanso. No me digan que se transmite tarde por los menores ,en todas las televisoras del mundo incluyendo la nuestra está bien definida la programación de adultos y de niños, es responsabilidad de padres y tutores de lo que puedan ver los niños y jovenes adolecentes ellos tienen que controlar que consumen sus hijos en la tv o las redes inclusive. Es mi modesta opinión.
No la pude ver el horario no está adecuado gracias .
No creo que sea el mejor horario el de la entrega, pienso que la novela YA VISTA tiene situaciones y los niños la ven al igual que la extranjera, y las series de multivision. Es por eso que abogó por un horario mas temprano ya que esos problemas deben ser del vomocimiento
Coincido con el artículo: Muy buen ejercicio de la crítica. Pienso que pueden replantearse los horarios de transmisiones Gracias