Observar a Ariana Álvarez en diferentes momentos de su carrera artística, resulta para la audiencia un gran regocijo. La Jesusa de Destino prohibido, la Roxana de Bajo el mismo sol, y la Yamina de La cara oculta de la luna, alegran los días de la familia cubana.

“Comencé en la televisión con el programa juvenil A moverse, uno de los primeros en que se hacía música solo para jóvenes. Conducía junto a Jorge Martínez y Kike Quiñones, además de otros presentadores que poco a poco se fueron involucrando. No solo presentábamos a los grupos musicales, sino que debíamos animar, hacer juegos de participación, así como también pequeños pedazos actuados de temas específicos que tocaban cada semana”. La telenovela Destino prohibido resulta el debut de Ariana como actriz.

—Actualmente se retransmite por el canal Cubavisión. Confieso que el personaje de Jesusa es mi preferido, es el que más me ha marcado como actriz porque exigió mucho más de mí que el resto. En el guión, el personaje no tenía mucho texto, sin hablar debía llegar al público.

“En el caso de La cara oculta de la luna, Cheito González me contactó para proponerme el personaje de Yamina. Quería verme en una arista diferente donde debía mostrar mis cualidades como actriz en otra faceta. Sin embargo, al recibir el personaje dije ¡wow! cómo hago esto. En adolescencia era como Amandita, la puntualita, no tenía experiencias propias que fueran similares a las de Yamina y no sabía cómo encarnar una personalidad tan diferente.

“Tuve que intercambiar con adolescentes de 15 años que eran ¡la candela!, y todas ellas se dieron a la tarea de darme clases dos veces a la semana. Me enseñaron a caminar como Yamina, a tirar las palabras, y a reaccionar ante determinadas situaciones. Aprendí en esa época qué eran las descargas, qué se usaba y cómo se usaba.

“Que toque un tema tan real hace que sea vigente y que la audiencia se identifique, se emocione y se entristezca. En ese sentido, el personaje me aportó en la vida personal que las apariencias engañan”. 

A pesar de que la mayoría de las personas la recuerdan por su faceta como actriz, Ariana se dejó atrapar por la magia de la radio, y desde entonces nunca ha dejado el medio que considera su hogar.

—Hago radio desde los 16 años. Entre tantos cursos, me involucré en uno en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) que era de locución y otro que era sobre lingüística aplicada. Mi padre es logofoniatra y me enseñó a hablar lo mejor posible.

“En mi familia no hay ningún artista, además, tenían una idea un poco errada del tema. En varias ocasiones me decían que a la casa había que traer un título de la Universidad de La Habana, que el artistaje era solo para entretenerse un ratico. Comencé entonces a trabajar en Radio Metropolitana, y desde ese momento nunca he dejado la radio. Actualmente tengo dos programas en Radio Taíno: Con ciertos discos, todos los días a las 5:00 a.m. y Música de fondo, los domingos a las 11:00 p.m. Radio Taíno ha sido una parte importante de mi vida”.

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