Aponte visionario: arte y libertad negra es el título de la exposición en la cual 20 artistas de Cuba, Haití y Estados Unidos hacen comulgar sus obras en torno a quien es considerado hoy uno de los primeros independentistas cubanos, abierta al público en el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales en esta capital hasta el próximo 25 de octubre.

La curaduría de la muestra, cuya génesis se encuentra en la redimensión de la figura de José Antonio Aponte como artista, estuvo a cargo de Ada Ferrer, profesora de Historia y Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Nueva York, y Édouard Duval Carrié, director artístico del Haitian Cultural Arts Alliance.

Goddess of memory (Diosa de la memoria) (2018) Acrílico sobre tela. Tessa Mars (Haití) Foto: Claudia Pis Guirola

Luego de fracasada la conspiración organizada por Aponte entre los años 1811 y 1812, las autoridades españolas descubrieron en su casa un “libro de pinturas” con 63 láminas hechas por el mismo donde reflejaba pasajes bíblicos e históricos donde negros ocupaban los mismos espacios que blancos como bibliotecarios, guerreros o emperadores en Egipto, España, Roma, Etiopía y la Habana.

A través de ellas transmitía a sus compañeros la posibilidad de un mundo distinto, de negros libres y plenos, a través de escenas de batallas que también servirían de ejemplo para sus planes conspirativos en la ciudad.

Durante el juicio que le condenó a muerte por decapitación, Aponte debió describir con detalle el contenido de cada lámina y en esas descripciones hallaron inspiración los artistas, entre ellos Gretel Arrate, José Bedía, Juan Roberto Diago, Alexis Esquivel, Alberto Lescay, Glexis Novoa, Clara Morera, Asser Saint-Val y Reneé Stout.

Como variadas fueron las técnicas y soportes en las pinturas del líder abolicionista, lo son las obras de Aponte visionario…, instalaciones, óleo sobre lienzo, acrílico sobre cartulina…

Durante la inauguración, Ada Ferrer agradeció a las instituciones cubanas implicadas en el proyecto, entre las que se destacan el Centro de Estudios Afroamericanos de Casa de las Américas y la Comisión José Antonio Aponte de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac). Su presidente, el periodista Pedro de la hoz, declaró a Tribuna de La Habana:

“Esta muestra enriquece tanto la cultura política como artística cubana. Por una parte, contribuye al rescate de nuestra memoria histórica y desde el punto de vista artístico, los 20 creadores reunidos aquí son de altísimo nivel. Es una exposición lista para brillar en cualquier lugar del mundo, por su diversidad estética y el extraordinario rigor en la factura de las obras; un regalo que nos hemos hecho en los 500 años de La Habana.”

Aponte (Láminas 10-11) (2017) pirita, óleo y grafito sobre panel de madera. Teresita Fernández (Estados Unidos) Foto: Claudia Pis Guirola

En tanto, Rolando Julio Renzoli Medina, vicepresidente de la propia comisión destacó cómo esta muestra confirma la pertenencia de Cuba al universo caribeño, una conexión que se remonta a varios siglos atrás: “Aponte nos remite al Caribe desde la representación en sus obras de los patriotas haitianos y los jacobinos franceses y demuestra también lo abierta que ha estado siempre la cultura cubana al mundo… yo creo que esta es una de las obras de lo real maravilloso del siglo XXI.”

El roble noble (2018) roble, acero soldado y arena negra. Emilio Adán Martínez (Cuba) Foto: Claudia Pis Guirola

En tal sentido, Duval Carrié comentó a este semanario que Cuba y Haití tienen una historia común, dos colonizaciones ligeramente diferentes pero con el mismo propósito y las mismas reacciones patrióticas. “Es interesante saber cómo evolucionamos como países y me gustaría que nos miráramos más”, señaló quien, además, participa en la expo en calidad de artista.

Renzoli también significó que luego de 500 años de historia de discriminaciones y diferencias raciales en la región, son el arte y la literatura los medios más efectivos en la reescritura de nuestros relatos, el reposicionamiento de sujetos colectivos e individuales que participaron significativamente en la conformación de la nacionalidad cubana, como parte del proceso descolonizador de las mentalidades y así se completará en el orden moral y social lo que la justicia garantiza en Cuba: la igualdad real entre todos sus ciudadanos.