La visión interior de un maestro sin límites

Eddy Vives Pupo demuestra que la visión no está en los ojos. A los 19 años quedó ciego y, desde entonces, aprendió a desarrollar una fuerza interior que lo ha llevado a crecerse y hallar su camino en la hermosa y humanista labor de llevar luz donde parecieran existir solo sombras.

Desde hace más de tres décadas, este Máster en Educación Especial se desempeña como maestro de apoyo, profesional imprescindible para que los educandos ciegos y con baja visión puedan incluirse en la enseñanza regular y logren estar a la par con el resto del alumnado.

Habla con pasión sobre lo mucho que le gratifica acercarse, desde las edades más tempranas, al hogar del niño o niña con discapacidad visual.

Ese es el momento para ofrecer los primeros conocimientos sobre orientación y movilidad en el espacio, aspectos elementales del sistema de lectoescritura Braille, el uso del bastón y otras cuestiones necesarias en la creación de habilidades que después le aseguren independencia cuando transite por los diferentes contextos educativos.

Una vez que el alumno concluye el paso por la escuela especial y pasa a la enseñanza regular, ese maestro sigue siendo protagónico.

"Estamos para velar, por ejemplo, cuestiones como el uso de las ayudas ópticas y no ópticas, la distancia de la pizarra, el puesto que el estudiante va a ocupar para que tenga un contraste de iluminación adecuado, así como las herramientas de accesibilidad que faciliten la lectura a quienes conservan un reducto visual".

Eddy es el único maestro de apoyo ciego en Cuba. Vencer su propia limitación ya es, en sí misma, una prueba de voluntad y amor por esta labor para la que siempre ha encontrado respaldo en su medio familiar, junto a su madre y hermanas.

"Motivada por lo que yo hago, una sobrina decidió estudiar la carrera de Educación Especial", dice con visos de orgullo.

El agradecimiento también llega a los vecinos, "que me facilitan el traslado desde bien temprano cuando salgo a recorrer las instituciones"; a todos los compañeros que contribuyen con su formación integral y a los que ya no están físicamente, como Leopoldo Reyes, su par en la actividad durante años.

—¿Se imagina Eddy en otra profesión?

—No. Yo no podría hacer algo diferente. A veces me han propuesto para que, incluso, ocupe cargos profesionales, pero mi vida está junto a esos alumnos, sus familias y profesores.

"Y lo he comprobado cada vez que un educando se gradúa de la universidad o de alguna especialidad politécnica. Entonces pienso que tuve la dicha de acompañarlo a cumplir su sueño".

Luego, al saberlo exitoso, ya sea como Informático, Psicólogo, Comunicador Social, Abogado, Fisioterapeuta, Periodista...- son las profesiones más demandadas por las personas con discapacidad visual- el maestro Eddy Vives confirma que hay mucha luz, más allá de nuestros ojos.

Un legado que se multiplica

El recién finalizado IX Congreso de la Asociación Nacional del Ciego (ANCI) apostó por continuar promoviendo la inclusión efectiva en todos los ámbitos de la vida social.

Ejemplo revelador de cómo esto se concreta es el crecimiento de educandos atendidos en los contextos regulares, en lo cual son determinantes las sólidas alianzas entre la ANCI y el Ministerio de Educación (MINED)

La M.Sc. Marta Pérez Puentes, metodóloga de Educación Especial en el Ministerio de Educación, comentó:
"Hoy tenemos 1 129 estudiantes ciegos y con baja visión en todo el país y la mayoría se encuentra en condiciones de inclusión, con un seguimiento desde las 16 escuelas especiales existentes en Cuba, consideradas centros de recurso y apoyo para atenderlos.

A juicio de la especialista, es permanente la preocupación de la ANCI, en aras de respaldar la continuidad de estudios, al tiempo que resaltó el impacto de la Resolución 89 de 2021, que favorece el otorgamiento de carreras a educandos en situación de discapacidad cuando llegan al duodécimo grado, pues no compiten con el resto de los optantes.

Igualmente, la resolución promueve el uso de estrategias metodológicas diferenciadas para garantizarles su formación académica.

De acuerdo con Pérez Puentes, la existencia de los maestros de apoyo desde el curso 2013- 2014 constituye un eslabón esencial, y como parte de la preparación para cada periodo lectivo, la ANCI participa junto al colectivo de autores encargado de abordar temáticas y particularidades de interés para ese segmento poblacional.

Informó sobre un proyecto de apoyo a la baja visión, por parte del Consejo de Iglesias de Cuba, con un grupo de recursos como máquinas, impresoras y juguetes didácticos para favorecer la estimulación visual que potenció a las provincias de La Habana, Villa Clara y Santiago de Cuba, encargadas de brindar una atención regional al resto del país.

"El camino en la batalla por la inclusión social pasa por una educación en la que nuestros educandos se sientan felices y que su tránsito por cada una de las instituciones sea sin contratiempos y de calidad", concluyó la Metodóloga nacional.

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