El Día Mundial de la Infancia se celebra cada 20 de noviembre con una jornada de acciones por parte de la UNICEF, dependencia de la Organización de las Naciones Unidas comprometida con los derechos de la infancia, la cual trabaja por el bienestar de los niños y niñas del planeta.

Igualmente, este día se conmemora rindiendo homenaje además a la Convención sobre los Derechos del Niño los cuales son también, universales. Sin embargo, lamentablemente no todos los países del orbe pueden exhibir logros integrales con sus infantes, existen abismales desigualdades socio-económicas entre el Norte y el Sur, brechas muy profundas entre los llamados Primer y Tercer Mundo que conspiran contra el bienestar de los menores.

No obstante, naciones en desarrollo como Cuba, (con un sistema social diferente al neoliberalismo salvaje que implementan otros países que privilegian al capital por encima del derecho humano), construye en un contexto muy difícil de asedio perenne, el socialismo, priorizando valores que dignifican al hombre y cuales muestran avances sustanciales en defensa de los derechos del niño. La Isla refleja en su Constitución y en legislaciones contemporáneas mayor reconocimiento de la sociedad que vela también por la atención a los menores por parte de las familias, autoridades y organizaciones de masas.

A pesar de las limitaciones y complejidades en que la Isla tiene que asumir su desarrollo debido al criminal bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos, (con record de duración y extraterritorialidad), los niños y niñas de la nación caribeña tienen acceso a todos los niveles de enseñanza de manera gratuita, incluyendo su ingreso a la Universidad y a becas asignadas, según las especialidades a cursar.

De igual manera, cada infante cubano recibe las vacunas requeridas desde su nacimiento hasta su etapa juvenil a través de los centros educativos o área de residencia en policlínicos o médicos de familia en la comunidad.

También los niños en la Mayor de las Antillas pueden aspirar, según su vocación y aptitudes, a diferentes manifestaciones culturales, desde escuelas de nivel básico, medio y superior de arte, sin costo adicional alguno.

Y de no existir el bloqueo, los centros de enseñanza tendrían mejores condiciones tecnológicas y de recursos para su desempeño. No obstante, existe voluntad política del Estado cubano, el cual contribuye con aportes al sistema de Educación, y a ello se añade la solidaridad de otros compatriotas con donaciones para ayudar a garantizar eficaz preparación de los egresados.

La Isla es una importante fuente de atesoramiento de profesionales de la música, las artes escénicas y demás disciplinas del conocimiento que fomentan el acervo cultural del pueblo, y cuenta con reconocimiento internacional por esa trascendente conquista social.

Otros ciudadanos de países del mundo, no solo de Latinoamérica, Asia y África tienen dificultades para que sus jóvenes puedan aspirar a una carrera universitaria, incluso algunos residentes en Norteamérica y Europa con mayor nivel de desarrollo industrial y económico, como ocurre con los EE.UU., poseen limitaciones para que sus hijos puedan acceder libremente a la Casa de Altos Estudios u otras especialidades de la cultura. Y esto es debido al alto costo de un título universitario, pues generalmente depende de los ingresos financieros de las familias. Resulta imprescindible, además, proteger a la infancia de los vicios y la violencia que hoy se constata en varias latitudes.

Es necesario fomentar la paz para que todos los niños del mundo conquisten una vida sana, sin odios ni víctimas de conflictos y guerras que generan daños a la salud mental, muerte y destrucción como acontece actualmente con los niños palestinos de Gaza y otras tierras del Oriente Medio.

No es posible alcanzar un futuro mejor sin defender los derechos de la infancia.

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